sábado, 11 de diciembre de 2010

XENOFOBIA


DE LA TRAICIÓN A LA XENOFOBIA


El silencio oficial guardado a las “ocupaciones” efectuadas por las bandas del aborigen Evo Morales, a la sazón hoy presidente de Bolivia, llaman la atención por lo novedoso.

Efectivamente, La Argentina que tiene historial de ocupaciones territoriales a manos de países fronterizos o piratas, siempre ha reaccionado con energía, estableciendo los límites requeridos a nivel diplomático, político y militar.

El exonerado y prontamente reincorporado Coronel boliviano Gareca, luego de ingresar en nuestro territorio con una banda de soldados bolivianos, robar maquinarias a una empresa Argentina, golpear a ciudadanos argentinos, ahora ha pasado a “ocupar” 40 hectáreas de territorio Nacional so pretexto de que son de sus coterráneos.

No menos activos son los bolivianos que junto a paraguayos, peruanos, chilenos, y otros parias originarios de países fronterizos, en un remedo de invasión hormiga, ingresan en nuestro País, y “ocupan” lotes -que ya suman cientos de hectáreas- en la Capital Federal, y otras ciudades, reclamando a viva voz por el derecho constitucional de tener un hogar digno…

Mientras tanto nuestros hijos no consiguen crédito para comprar su casa…

Macri, Kristina, Scioli, todos ellos se han transformado en cómplices de una Dirección de Migraciones y de una Cancillería que viendo cómo se mansilla a la Argentina, como se roba a nuestro pueblo, so pretexto de ayudar a los más necesitados, usa el dinero de nuestros impuestos para financiar su aventura electoralista y dar asistencia hospitalaria, vivienda, y planes a toda esa gente que nos vive a modo de lastimeros rufianes.

Así, nos quitan turnos en nuestros hospitales públicos municipales, llegando al punto de hacer excursiones sanitarias de decenas de enfermos para ser atendidos en hospitales que pagamos los vecinos, y cirugías que consumen los insumos que no alcanzan para los argentinos.

Ya aquí, el tema de la caridad cristiana, comienza a parecerse a una tontería nacional, olvidando el viejo adagio de que la caridad bien entendida comienza por casa.

Coincide la traición a nuestro pueblo, la pretendida entrega de tierras a los descendientes de los invasores Mapuches que en una guerra de exterminio -verdadero genocidio- aniquilaron a los originarios Tehuelches argentinos.

Tamaña mentira oficial, pretende justificar una demagógica defensa de los más débiles, a través de unos derechos humanos que no alcanzan a los argentinos, sino a terroristas, inmigrantes, piqueteros oficialistas, y originarios truchos que sirven a intereses espurios de un país “K” que ya harta por lo grosero.

La resultante de todo este desmanejo oficialista, junto a sus aliados vecinos, sumado a ello el silencio de una oposición que no se define sino en contadísimas ocasiones, es una xenofobia a la que quienes somos cristianos y bien nacidos no queremos ingresar, pero que aparece como única salida a tanta bronca e impotencia.

Pero las cosas se dan, a pesar de nosotros. Lo que tenga que ser será. Pero tal y como decía el viejo estadista llegado el momento… ¡el pueblo hará tronar el escarmiento...!

¡Cuidado entonces, señores bolivianos, peruanos, chilenos, paraguayos, que si bien somos hermanos… aquí queremos habitantes de buena voluntad, no una banda de chantas vividores o narcos…!

¡Cuidado funcionarios venales, Canciller de papel, Presidente de trapo, opositores negociadores...!

¡El hartazgo de un pueblo es imposible de parar, por muchos terroristas que intenten armar para dominar a este pueblo tan manso y tan jodido!

Gonzalo L. Villalobos

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