MORENO ATENTA CONTRA LA DEMOCRACIA

La democracia, a prueba

Nuestro país no corre el menor riesgo de sufrir un golpe de Estado. Por el contrario, en octubre habrá elecciones presidenciales y todo indica que llegaremos a las urnas sin conmociones sociales o económicas como las que sí se produjeron en otras épocas. No obstante, es imprescindible recordar que la democracia es mucho más que el solo hecho de votar, aunque por ahí comienza. Las elecciones expresan la voluntad de la ciudadanía en forma inequívoca. Pero en la vida cotidiana es necesario que se mantengan abiertas las vías de expresión, porque la pluralidad es la verdadera condición de una sociedad humana y madura.

La prohibición, por parte de un secretario de Comercio, para que las consultoras económicas no divulguen sus mediciones sobre la inflación es antidemocrática y, además, despótica.

No existe fundamento jurídico alguno que justifique semejante censura. La prohibición es, a todas luces, ilegal. Cabe señalar que, al mismo tiempo, esa es sólo la contracara de la también antijurídica intervención del Indec por parte del mismo secretario.

Por más que se lo quiera ocultar en los medios de comunicación, los precios suben vertiginosamente y el público sabe, además, que el Gobierno intenta engañarlo. Las razones para semejante arbitrariedad son insostenibles. El Gobierno nacional reconoce que se tapa la inflación para pagar menos por la deuda que se indexa según el índice de precios, algo que parece una picardía, pero no es más que otra muestra de imprudencia ante la mirada de las autoridades de otros países, de los organismos de crédito y de los inversores. De todas maneras, al intentar bloquear los informes que expresan la realidad, la censura ejercida a través de multas no sólo ataca los cimientos de la democracia, sino que, además, deja al país atrapado en sus propios errores.
EL TRIBUNO