domingo, 12 de junio de 2011

EL PRIMO


el "sistema paralelo" de planificacion

Un primo de Kirchner favorecía a las Madres con trámites irregulares

Por Fernando Oz

11/06/11



Un primo de Kirchner favorecía a las Madres con trámites irregulares

Nexos. Fatala, cerca de Sergio. Santiago Kirchner, el cerebro.

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Los técnicos de la Secretaría de Obras Públicas encargaron remeras con la siguiente leyenda: “Yo no firmé el CAT (Certificado de Aptitud Técnica) a Meldorek”. Lo dicen en broma, pero se ponen serios cuando hablan de la existencia de una estructura paralela al andamiaje normal de ese organismo.

Son los mismos que apuestan doble contra sencillo cuando sostienen que en la oficina 1103 del Ministerio de Planificación Federal se podrían encontrar las respuestas sobre cómo salieron de las arcas del Estado los 765 millones de pesos que administró Sergio Schoklender en nombre de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Allí se encuentra el despacho del subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal, Carlos Santiago Kirchner, primo del ex presidente Néstor Kirchner y hombre de confianza del ministro Julio De Vido.

La oficina del arquitecto Kirchner queda en el mismo piso que la de De Vido , a no más de diez metros. Los íntimos lo llaman “el Negro”, pero quienes conocen los laberintos legales del megaministerio lo apodan “el armador”. “Si estuviéramos en una cancha, él llevaría en la camiseta el número cinco”, ironizó un allegado al círculo chico de la cartera de Planificación. Otra fuente, en este caso un técnico del ministerio, lo recuerda desde antes de 2005: “El estaba al frente del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda de Santa Cruz (IDUV) y nosotros viajábamos para hacerle la inspección”.

El 26 de julio de 2005 el presidente Kirchner firmó el Decreto 907 para crear un cargo a medida de su primo. Desde entonces, la nueva subsecretaría tiene la misión de “coordinar e intervenir en la relación entre las distintas áreas dependientes de la Secretaría de Obras Públicas, entes desconcentrados y descentralizados, en todo lo relacionado con obras de infraestructura habitacional, viales, públicas e hídricas”. Otra de las funciones fundamentales de Carlos, según el mismo decreto, es la de “participar en la elaboración y aprobación de los pliegos, bases y condiciones para los concursos y/o licitaciones, como también los procesos licitatorios y contrataciones directas”.

El porteño Abel Fatala, subsecretario de Obras Públicas, no goza del pedigrí de Carlos Santiago. Cuando el secretario de Obras Públicas, José López , presidía el IDUV en Santa Cruz, el primo K era su segundo. Por el IDUV también pasó el obediente arquitecto Luis Bontempo, actual subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda.

Cuando López llegó a Buenos Aires, trajo a Bontempo, “un técnico aplicado”, dicen quienes conocen el paño del megaministerio que conduce De Vido. Pero el que quedó a cargo de los “negocios” del IDUV fue Carlos Santiago.

“Fatala es la autoridad máxima del área y Bontempo pone la firma. Kirchner está por arriba de Fatala, es el que arma todo, es el nexo entre De Vido, López y las necesidades de los municipios. El coordina todo, y la cuestión técnica es Bontempo”, explicó a PERFIL una de las fuentes consultadas.

El circuito paralelo. En el séptimo piso del edificio de la calle Esmeralda 255 juran que jamás vieron a Sergio Schoklender ni a ningún representante de la sospechosa firma Meldorek, y ponen cara de nada cuando alguien pregunta por las viviendas sociales que se construían a través de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Allí funciona la Dirección de Tecnología e Industrialización de la Secretaría de Obras Públicas, oficina donde se otorga el Certificado de Aptitud Técnica (CAT) de todos los sistemas constructivos.

Son los profesionales de esa área quienes examinan el Informe Técnico “que es la parte sustantiva de la presentación ya que contiene los elementos que permitirán al evaluador conocer en detalle la propuesta, emitir opinión sobre su aptitud, y llegado el momento, confeccionar el CAT”. De esa oficina también salen parte de los equipos técnicos que periódicamente recorren las obras públicas que se hacen en todo el país para supervisarlas.

En esa dirección creen lo mismo que en las otras áreas: “Indudablemente hay un sistema paralelo. Nosotros no nos enteramos de lo que pasa con muchas obras, no sabemos nada. Pero los pagos salen”, dijo una de las fuentes que colaboró con PERFIL a condición de mantener un estricto off the record.

Las obras de Schoklender no pasaban por todas las oficinas. Todo debe ingresar por la mesa de entrada de la Secretaría, y después debe pasar por Tecnológica y por el área Contable. Los certificados de obras se presentan en el IPV, ellos le dan el visto bueno y después llegan a la Secretaría para que otorguen los adelantos para continuar con las obras.

Queda claro que todo debe ser aprobado por la Dirección de Tecnología, sin embargo nadie puede entender cómo “desde hace seis meses no hay un director, y los certificados de aptitud los está firmando Bontempo. Desde hace años se está desmantelando el área. Hay cuatro personas y un contratado para controlar las obras de todo el país”.

Todo indica que nadie de la dirección de Tecnológia tuvo contacto con las casas del proyecto “Sueños compartidos”, y la falta de inspecciones se justificaban con el argumento de que se trataba de “obras que eran tenidas como un caso excepcional y por la urgencia social”.

Las obras deberían ser inspeccionadas periódicamente por profesionales de las áreas social, contable y técnica, luego se hace un informe. El área social se ocupa de ver si las viviendas son entregadas a quienes correspondan, el área contable observa que se hayan realizado todos los pagos y observa todo los contratos con los subcontratistas, y los de tecnología inspeccionan el detalle de obra y que se cumplan las normas mínimas de habitabilidad, por ejemplo, las ilaciones térmicas.

Por los mismos pasillos en los que se habla del “circuito paralelo de la secretaría de Obras Públicas”, se narra la historia de lo mal que la pasaron los técnicos que inspeccionaron las obras que dirige en Jujuy la militante social Milagros Sala. “El informe fue lapidario. Pero quedó todo en la nada y nunca más se hicieron inspecciones en Jujuy”, señaló una de las fuentes.

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