lunes, 13 de junio de 2011

LA JUSTICIA


EDITORIAL
La Justicia, de rehén

A raíz de un fallo de la Cámara Federal de Bahía Blanca, que se ha hecho público en estos días, la dirección de "La Nueva Provincia" ha tomado conocimiento de que a fines del año pasado el fiscal federal subrogante, doctor Abel Córdoba, presentó ante el Juzgado Federal Nº1 un pedido de allanamiento a este diario.
Según explica su presentación, el mismo obedecía "a la existencia en dicho lugar de elementos vinculados al objeto de investigaciones por delitos de lesa humanidad, cuyo secuestro resulta imprescindible", agregando que se trata de "material de sumo interés y de imposible acceso". Para ello solicitaba realizar el procedimiento auxiliado por fuerzas de seguridad o policiales.
Con fecha 28 de diciembre, el juez federal ad hoc, doctor Eduardo Tentoni, no hizo lugar a la solicitud del funcionario, quien apeló la sentencia denegatoria ante el tribunal de alzada. El pasado 13 de mayo los señores jueces de Cámara, doctores Ricardo Emilio Planes, Augusto Enrique Fernández y Angel Alberto Argañaraz, rechazaron por unanimidad el recurso de apelación interpuesto por el representante del ministerio Público Fiscal.
No es nuestro estilo editorial ponderar decisiones judiciales que nos tengan por parte o, como en este caso, por sujeto pasivo de una acción que desconocíamos. Seguramente, por tratarse de un asunto que involucra la discusión de expresas garantías constitucionales, opiniones más autorizadas y análisis más enjundiosos que los nuestros surgirán apenas se vayan conociendo los fundamentos del petitorio fiscal y las sentencias de ambas instancias. Sin embargo, atento al carácter secreto que el doctor Córdoba dio a su pedido, sí queremos dejar sentada la misma reflexión que hubiéramos hecho de habérsenos convocado oportunamente.
La pregunta que surge, a poco de enterarnos del pedido de allanamiento, es la siguiente: ¿cuáles son, para el citado funcionario, esos elementos que estarían vedados al público en la sede de este diario y requerían un procedimiento "reservado y sorpresivo"? Según su escrito, no son otros que la colección de "La Nueva Provincia" y las fotos y material no difundido que se acumula en nuestro archivo.
Cabe preguntarse inmediatamente, si el fiscal se refiere a algún lugar secreto, cerrado bajo siete llaves y bien custodiado. Parece que no. El doctor Córdoba puso en marcha los costosos mecanismos de la Justicia y pidió que se le proporcione un igualmente oneroso auxilio de las fuerzas de seguridad o policiales, para acceder al archivo que --según se sigue de su propia presentación-- vio en el video institucional de nuestra empresa en el sitio Youtube. El mismo al que cualquier interesado puede acceder desde siempre, con sólo solicitarlo y que es visitado y consultado continuamente por estudiantes, investigadores o simples particulares.
Cuanto le interesa al doctor Córdoba, o sea, los comunicados de los hechos referidos a la lucha antisubversiva, las coberturas periodísticas de estos y el material fotográfico del diario, han estado, están y estarán --en su integridad-- a disposición de quién quiera consultarlos. Esto lo sabe cualquiera que se haya tomado el trabajo de pedirlos y difícilmente pueda haber escapado al conocimiento del señor fiscal. Como tampoco ignora que entre sus facultades está la de emplazar a la dirección de "La Nueva Provincia" para que aporte, en plazo perentorio de horas, dichos materiales; mecanismo que expresamente descartó en su presentación, alegando que daría "oportunidad de que se oculte material o destruyan los elementos" de interés.
Pero si no puede ignorarlo, ¿qué buscaba? Por lo grosero de las imputaciones y lo desmesurado de la solicitud, queda al descubierto, ahora, cuanto esconde la estrategia del citado fiscal que profesa una marcada inquina ideológica contra "La Nueva Provincia" . La increíble solicitud de tener acceso forzado a archivos que son públicos, sólo buscaba montar un espectáculo mediático en el cual, las fuerzas de seguridad habrían hecho de extras; el doctor Córdoba de protagonista estelar y la Justicia, de rehén.

No hay comentarios: