Algunos “amigos” del gobierno consideran que Argentina ha sido en estos últimos años un país exitoso. Nunca nos quedó claro la razón de tal calificativo.
Por Horacio Vázquez
Se habló de crecimiento económico, de acumulación de reservas en el Banco Central, de aumento de superávit fiscal, aumento de recaudación, etc, etc. Nos preguntamos qué hicieron los sucesivos gobiernos de los últimos años a favor de ese supuesto éxito, además de devaluar el peso y mirar cómo las circunstancias externas que el país no controla, cómo el incremento de precios internacionales de productos que se exportan favorecían el ingreso de divisas, y aumentaban la caja del Estado Nacional vía impuestos distorsivos como las retenciones a las exportaciones y el impuesto al cheque, y el confiscatorio impuesto a las ganancias a la cuarta categoría que cada día alcanza a mayor cantidad de asalariados.
La Argentina es un país en default, con funcionarios públicos y dirigentes que se ufanan de no pagar las deudas que eligen no pagar en forma discriminatoria; que se ufanan de ejercer el autoritarismo ya que no practican la negociación; que adoptan actitudes confrontativas y difamatorias en contra de sus legítimos acreedores –como los argentinos que confiaron en su país y con sus ahorros ayudaron a financiar el endeudamiento público -; que se ufanan también de transferir patrimonio ajeno hacia los sectores amigos; que utilizan a los sectores más desprotegidos de la sociedad como rehenes para obtener sus votos pero no les brindan salud, educación, seguridad, y no les redistribuyen el ingreso como dicen en sus discursos; que intentan “argentinizar” empresas privadas imponiendo la incorporación de amigos a cambio de favores; que utilizan fuerzas de choque para atemorizar a aquellos que no se alinean con sus pensamientos y sus fines; que mienten con alevosía y tergiversan índices económicos y sociales; que avanzan sigilosamente para controlar desde el Ejecutivo y cada vez más la designación de jueces, esta vez los subrogantes, destinado a cubrir más de 160 juzgados hoy vacantes sin intervención del Consejo de la Magistratura;.y podemos seguir. Esa Argentina no es un país exitoso.
ADAPD siempre se mantuvo fiel a la creencia que un país es exitoso cuando es creíble, cuando la continuidad jurídica del estado es un valor sustentable, cuando se respira justicia en un marco de seguridad jurídica, cuando el Estado cumple con las funciones constitucionales que le competen específicamente, cuando se respira un ambiente de respeto y dignidad, cuando no hay miseria, cuando hay educación y salud, cuando hay real crecimiento económico porque hay inversiones de capital para producir bienes de alto valor agregado para el largo plazo, y podemos seguir. Argentina no es un país exitoso cuando se toman en consideración los anteriores parámetros.
Todo era una cuestión de tiempo. La realidad actual está golpeando la fantasía del país exitoso que favoreció a algunos sectores de la sociedad alineados como corderitos con el poder político en perjuicio de otros, elegidos como víctimas de la inseguridad jurídica.
Esos sectores beneficiados miraron para un costado cuando la realidad golpeó a otros que no eran ellos: la falta de solidaridad de la sociedad argentina.
Hoy, cuando esa realidad oculta se muestra y golpea a otros sectores de la vida nacional, es cuando algunos de los que miraron para el costado por conveniencia, tuercen la mirada y enfocan el desastre. Eso no está mal aunque sea a destiempo y también por conveniencia, forma parte de un proceso que parece ser común a la idiosincrasia del pueblo argentino. Somos quizás exitistas, poco solidarios y superficiales. Los dirigentes que conducen los destinos del país son producto de esa sociedad.
En ese marco, los grupos amigos del Gobierno de la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (Adeba), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Cámara Argentina de Comercio, la Cámara Argentina de la Construcción y la Unión Industrial Argentina (UIA), publicaron una solicitada el 18 de marzo de 2008, con el título “Nadie puede perder si la que gana es la República”, en la cual bajo el llamado al diálogo subyace el pedido a los sectores agropecuarios a sumarse a la denominada concertación enunciada verbalmente por el Gobierno Nacional, que suena muy bien como mensaje popular pero que guarda la intención de sumar acatamiento a sus imposiciones y reglas de juego, sin ninguna concertación tal como todos los hechos de gobierno vienen demostrando. En este contexto nos preguntamos cuál es el derecho que asiste a los grupos que publican la mencionada solicitada para intervenir en este conflicto, desde su sitial absolutamente privilegiado, y no precisamente por sus méritos o su eficiencia de gestión.
¿Nos preguntamos a qué se destina la caja recaudatoria del país que los grupos amigos consideran exitoso?
¿Por qué la deuda pública del país ha subido a valores mayores a la de la fecha del default del 2002, aún sin incluir las deudas de los holdouts, y la del Club de París, y otras? ¿En qué obras de infraestructura básica, de las cuales el país carece, se han aplicado los fondos de la ávida y confiscatoria caja recaudadora del Estado Nacional? ¿En qué ha favorecido a los pobres que dice defender? ¿Qué bases de desarrollo sustentable se han creado para el largo plazo que favorezcan a las clases más necesitadas y a las clases medias?
Hechos, no palabras es lo que se necesita para ser exitoso, no falsear la realidad con índices manipuleados ni con controles distorsivos de la economía. Se necesitan políticas claras de largo plazo, independencia de los tres poderes del Estado, justicia, responsabilidad en el ejercicio de la función pública, respeto por los derechos de todos, honestidad y transparencia en los actos de gobierno, capacidad de gestión.
Nos preguntamos: ¿si somos tan exitosos por qué nos seguimos endeudando a tasas tan altas?. ¿Por qué estamos aislados del mercado de capitales y solamente el país de Hugo Chávez compra bonos argentinos?. Según el diario el Nacional, de Caracas, el gobierno venezolano habría comprado US$ 1.000 millones del Boden 2015 para colocar en su propio mercado financiero y conseguir liquidez, y además había comprado a finales del año pasado unos US$ 604 millones de bonos Boden 15, según confirmó Argentina, en una operación que elevó a más de 5.000 millones las ventas de títulos argentinos a la nación petrolera en los últimos tres años. El Gobierno del presidente Hugo Chávez se ha convertido en el principal financiador de Argentina a raíz de la buena sintonía política entre Caracas y Buenos Aires, y por supuesto a las tasas más altas del mercado.
También el estado argentino se fondea con la caja de los actuales y futuros jubilados, a través del Ansses y de las AFJP. También presiona a las clases medias con una presión tributaria abusiva y confiscatoria a través del impuesto a las ganancias a los trabajadores en blanco de la cuarta categoría, a través del IVA, de impuestos territoriales, mientras que además de pagar estos impuestos abusivos, se debe pagar por los servicios que el Estado no presta, o presta en forma ineficiente: salud, educación, seguridad.
Apelamos nuevamente a la responsabilidad, a la madurez cívica y a la honestidad de los Gobernantes, para que se respete la Constitución Nacional. Queremos un país con futuro digno para sus habitantes, con posibilidades de crecimiento en el largo plazo con bases sólidas. La Argentina puede hacerlo, pero no se logra con la indiferencia de los ciudadanos, se logra con compromiso, con participación, con solidaridad, con respeto, con honestidad y responsabilidad.
Que el 25 de mayo de 2008 sea un día de paz y reflexión, un hito a partir del cual los argentinos podamos empezar a creer que es posible un país serio con oportunidades para los que quieran estudiar y trabajar en paz y concordia, para el bien de todos. Es el deseo de ADAPD.
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