sábado, 19 de marzo de 2011

EL COSTO MOYANO


El costo de la alianza con Moyano
Mar-18-11 - por Rosendo Fraga

En los casi ocho años del kirchnerismo en el poder, Moyano ha sido su aliado clave en el campo sindical. Llega a la secretaría general de la CGT con el apoyo de Kirchner y se mantiene en el cargo gracias a él, quien evitó su desplazamiento cuando otros sectores del sindicalismo peronista lo intentaron.

Fue gracias al dirigente sindical que el oficialismo evitó que los aumentos salariales terminaran en un espiral inflacionario. También mediante él mantuvo el control de la calle, un punto sensible para un gobierno, que evita el uso de la fuerza pública para el mantenimiento del orden público. También es un socio del poder, dado que todas las subsecretarías del área de transporte están a cargo de dirigentes sindicales provenientes de los gremios del sector, que están alineados con Moyano.

Pero además ha sido un aliado político clave. Llega a la presidencia del decisivo peronismo bonaerense con el apoyo de Kirchner, semanas antes que éste falleciera. Hoy es el Vicepresidente del PJ nacional secundando a Scioli, quien ejerce formalmente la Presidencia.

El 23 de marzo se realizan las elecciones en el sindicato de comercio -el que tiene más afiliados del país- donde un dirigente del peronismo tradicional (Cavalieri) se enfrenta a una lista opositora, cuyos apoderados son un hombre de Moyano (Recalde) y otro de Cristina (Kunkel). Ello simboliza la alianza entre el titular de la CGT y el kirchnerismo.

Pero Moyano no ha sido un aliado fácil y las tensiones entre el dirigente camionero y la Casa Rosada han sido frecuentes -aunque no manifiestas- desde la muerte de Néstor Kirchner.

Cuando algunos esperaban una acción de la justicia argentina contra Moyano en las semanas previas a las elecciones que permitiera al oficialismo captar votos de clase media con su eventual detención, es un oficio de la justicia suiza, que investiga a una empresa que supuestamente esta bajo su control (Covelia) por lavado de dinero, lo que precipita la crisis. El fiscal general suizo pide que se le envíen las causas judiciales en las que está implicado el dirigente camionero.

Moyano ha reaccionado con su metodología, convocando a un paro para la madrugada del próximo lunes. El paro busca que la justicia argentina no dé curso al exhorto de la justicia suiza. Pero no es una acción dirigida solamente contra la justicia, sino una advertencia hacia el poder político, dado que la interacción entre el Ejecutivo y los jueces es intensa en las causas de contenido político. Que sea el Juez Oyarbide quien tenga a su cargo resolver el pedido de la justicia suiza no reduce las suspicacias políticas, sino que las aumenta.

En su reacción inmediata, Moyano ha buscando un terreno común con el kirchnerismo, al ubicar a los medios de comunicación como su enemigo. No es algo nuevo, dado que el dirigente camionero jugó un rol relevante en el conflicto entre el kirchnerismo con los medios de comunicación privados y sólo semanas atrás sus militantes bloquearon la distribución de los principales diarios del país.

Pero lo ha hecho amenazando con medidas coercitivas contra los medios que publiquen información que lo perjudique, por lo que apoyarlo en esta situación implica un costo político importante para el oficialismo nacional.

Cristina enfrenta quizás su disyuntiva más difícil desde que murió Kirchner. Romper la alianza con el dirigente sindical más importante, que ha sido clave para la gobernabilidad del kirchnerismo, y arriesgar con esto problemas en la calle cuando todavía faltan siete meses para la elección, o mantenerla, pero al costo de perder consenso en la opinión pública.

En lo inmediato, el sindicato de camioneros que controla diversas actividades (desde el transporte de granos hasta los camiones de caudales, pasando por la logística que abastece a comercios e industrias), ha convocado a un paro para la madrugada del lunes en apoyo de Moyano, como se mencionó. En las próximas horas se reunirá la Central del Gremio del Transporte, controlada también por el dirigente camionero, quien intentará que la veintena de gremios del transporte aéreo, marítimo y terrestre -incluyendo los ferrocarriles- se sumen a la medida de fuerza. También buscará que la CGT haga lo mismo. Es así como tratará de demostrar que dar curso al exhorto de la justicia suiza implica parar el país.

Sectores del oficialismo pueden haber contemplado romper con Moyano, pero la situación que ahora se plantea se ha precipitado y no parece haber sido por su decisión.

La política está para eludir dilemas, pero en este caso parece difícil un camino intermedio.
Cuando algunos imaginaban una hipotética detención de Moyano impulsada por el oficialismo semanas antes de la elección para ganar votos de la clase media, fue un exhorto del fiscal general de Suiza lo que precipitó la crisis entre Moyano y el kirchnerismo, cuando todavía faltan más de siete meses para la elección presidencial.

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