LAS TAPAS QUE TAPAN..............

Las tapas que tapan al reloj que atrasa


Las tapas tapan. Eso ya se sabe. ¿Pero qué tapan? ¿Y las tapas de los diarios? ¿No son tapas, acaso? El pretendido juego de palabras ensaya, en realidad, referirse al tema de las noticias que muestran las portadas de los diarios. Son o deberían ser, las más importantes de la actualidad, independientemente de la manera de pensar del editor, dueño, tutor o encargado.

Sin embargo, si se observara con detenimiento los títulos con los que se intenta traer la atención del lector-comprador de la publicación, podríamos advertir que, con ligeras variantes, son siempre los mismos. Algunos vienen con telarañas incorporadas. Veamos:

El político X criticó al político Y al que antes había apoyado.
Peligra el inicio de las clases en marzo.
Fuertes aumentos en la canasta escolar.
Atropelló a 5 personas, mató a 2 y quedó en libertad.
Se produjeron apagones en toda la ciudad.
Faltó el agua en zonas del Gran Buenos Aires y Capital Federal.
Aumentaron a los jubilados.
Descubrieron en un galpón alimentos y medicamentos vencidos.
Quieren reorganizar el Partido Justicialista.
Los radicales expulsarán a los revoltosos.
Juzgan a más militares por hechos ocurridos en la década del 70.
Asesinaron a otro policía.
Los gremialistas piden más lugares en las listas del PJ.
Aumentan las expensas.
Escasea el gasoil.
Se piensa en un nuevo Pacto social.
Un poco de inflación se puede controlar.
Afirman que hay zonas liberadas.
La inflación está descontrolada.
Los datos del INDEC no son creíbles.
Comienza el juicio político al juez Mengano.
Los piqueteros piden más planes sociales.
Ola de inseguridad.
La oposición no dio quórum.
Pondrán más policías en las calles.
Más juicios de jubilados al Estado.
Acuerdo por salarios entre empresarios, sindicalistas y Gobierno.
Se incendió una villa.
Robaron otro banco.
Robaron el Banco Nación.
Los asambleístas cortaron los pasos fronterizos con Uruguay.

Y en una especie de “Hágalo usted mismo”, cada lector podría agregar innumerables títulos a la colección. Entendemos que el reloj del país atrasa y muchas de sus ideas y quienes las portan, también. A este paso llegará el momento en que se comenzará a escuchar el consabido “Yo no la voté”.

Es de esperar que en algún momento la clase dirigente decida consagrarse a otros menesteres distintos a ver y remover el pasado, porque los círculos concéntricos de la agitación los han mareado y muchos han caído en un profundo pozo de inoperancia del que les será difícil salir. El continuo remover indica que los problemas no se resuelven. De ahí el desgaste fenomenal de energías de sus habitantes-productores que no aciertan a explicarse el porqué de las manecilla del reloj que giran a la izquierda cuando deberían marchar en sentido contrario en busca de una lógica y mayor eficiencia.
CORREO DE BUENOS AIRES.
SALINAS BOHIL