" Te verás olvidado por todos, parientes, amigos, finalmente hasta por los propios enemigos, pero no por los acreedores".
Moritz Saphir (1795-1858)
En su última declaración jurada ante la OA, Néstor Kirchner reconoció que su patrimonio ascendía el año pasado a 17.824.941 de pesos. Muy lejos de los 2 millones que atesoraba en 2002, cuando llegar a la Rosada aún era un sueño. Sólo en el último año el salto fue de casi 6 millones de pesos. Sin embargo, hay un lugar al que la reconocida solvencia económica de los Kirchner parece no haber llegado: el edificio de Juncal 2166, en Recoleta. Como propietaria, Cristina Fernández de Kirchner adeuda allí 13 meses de expensas, luz, gas y hasta boletas de ABL que le envía, ahora, la administración Macri.
La deuda que acumula la Presidenta ya alcanza los 6.516 pesos y hasta ahora no hizo nada para cancelarla. Los vecinos están enfurecidos y desesperados porque no saben cómo hacer para que pague. Como nadie habita la vivienda, las facturas –que nadie pasa a buscar– se acumulan dentro del departamento. “Ya no entran más. El portero guarda en una bolsa negra los servicios impagos porque no los puede pasar por debajo de la puerta”, cuenta uno de los propietarios.
Además de las expensas, Cristina debe el servicio de gas y de luz. Las empresas de energía fueron más expeditivas que el consorcio –que no sabe cómo cobrar su deuda– y le cortaron el servicio. La deuda que tenía con Edesur era ínfima: 56 pesos. Pero no es todo. NOTICIAS pudo averiguar a través de un vecino que tuvo acceso a la “bolsa negra” que también se le acumulan boletas impagas de ABL. El monto supera los 500 pesos.
¿Cómo llegó Cristina a convertirse en una morosa? Lea la nota completa en la Revista Noticias.
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