viernes, 3 de junio de 2011

CREER................


“NO LO PUEDO CREER...

OPINIÓN



Se ha generalizado la expresión “no lo puedo creer”. Que significa: claro que lo creo, pero me asombra, me admira, me desconcierta, me asusta, me pasma. Nos enteramos de miles de perjudicados por asignaciones de obras públicas sin destinatarios específicos y el caso Sergio Schoklender, por malversación de los fondos públicos y “no lo podemos creer”, es decir que lo creemos y que nos produce espanto, nos conmueve, nos aturde enterarnos de que miles de personas deban sufrir por falta de viviendas dignas.

Algo completamente distinto es lo que han producido las noticias sobre “los carteles de la Droga” y lo que se dijo de las valijas que ingresaron supuestamente al país para solventar una campaña política” y funcionarios como Jaime que no se sabe sobre su estado procesal. El caso de s El pueblo argentino - o la mayoría de él, la gente que se hace oír en el café, en el ómnibus, en las oficinas - “no cree” que existan mafias de las más pesadas o que un ex-presidente o funcionarios a nivel nacional tuvieran algo que ver., pero lo malo es que este “no creer” no es una simple expresión de turbación sino de una duda real y concreta; la gente - no sé usted, pero sí muchísimos que usted y yo conocemos - no cree porque supone que las noticias son fraguadas, son mentirosas, que adrede se falsea la verdad;

Sobre esto no voy a opinar nada. Simplemente porque no sé. Pero lo que me parece espantoso es la falta de confianza del pueblo argentino en sus autoridades. Se ha publicado “oficialmente que es una campaña de desprestigio”, y esa expresión -“oficialmente se dijo”- se traduce como “créale usted a las versiones oficiales si es tan desprevenido como para darlas por ciertas”, o “créale al gobierno si tiene tales tragaderas como para zamparse sus reiterados embustes”.

La comunidad argentina tiene autoridades que no han venido de Marte sino que los mismos argentinos han elegido. De acuerdo al sistema aceptado con la complacencia general el pueblo - que somos todos - elige directamente a ejecutivos y legisladores e indirectamente a jueces y demás magistrados judiciales. Y la corrupción en los jueces también espanta. ¿Que no son todos?, pues claro, ya se sabe que no son todos, pero trascienden ejemplares que dejan perpleja a la ciudadanía. De manera que ahora Jueces que investigan una “mafia” o “entradas de valijas indebidas a través de una Aduana y con Fiscales de otro país que acusan y testigos que deponen y el pueblo argentino no sabe directamente por medio de quienes nos representan que ha sucedido o si se esta investigando; nadie piensa que deba creerle a los jueces o fiscales, ni a sus peritos, ni a las huellas dactilares, ni a las autopsias, ni a los médicos legistas. Hay un escepticismo brutal, y lo malo es que ese escepticismo se apoya en datos concretos brindados por la experiencia, funcionarios corruptos, justicia ineficaz, mentiras y engaños como sistema de ocultar crímenes o de ganar voluntades.

Este escepticismo es una clara muestra del fracaso de los políticos argentinos en la tarea de construir una sociedad justa, moral, como la que soñamos para nuestros hijos. Digo fracaso de “los políticos” incluyéndome a mí, que soy un político pues me he desempeñado en cargos electivo y de gobierno, como es una banca legislativa. Mea culpa. Pero el fracaso político nos abarca a todos, a usted también, que con su voto contribuye a elegir los equipos de gobierno que se encargan de administrar el Estado, de procurar el bien común, de impartir justicia. Esos mismos equipos de gobierno a lo que nadie les cree.

De modo que el asunto tiene tanta gravedad que debiera preocuparnos. ¿No creemos lo que se nos dice oficialmente? Eso significa que hemos contribuido a elegir autoridades en las que no podemos depositar nuestra confianza. Entonces, ¿pensando en qué las elegimos?

Volviendo a lo que decíamos al principio: no se puede creer, que el pueblo argentino se maneje con un sistema político, legal y jurídico en el que ni él mismo pueda creer.



JORGE B. LOBO ARAGÓN

jorgeloboaragon@hotmail.com

jorgeloboaragon@gmail.com

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