domingo, 19 de junio de 2011

MENTIROSA DE OFICIO LA PRESIDENTE


Apenas diez días vivió Soledad Rende en las Islas Malvinas. Pero fueron suficientes para que el gobierno británico la reconozca como una ciudadana del reino. Con pasaporte inglés regresó a Buenos Aires y lo que parecía iba a ser sólo un trámite terminó transformándose en una odisea. Necesitó cuatro años y un juicio al Estado para tener el DNI donde ha vivido toda su vida.

Soledad está molesta. Su familia también. El enojo se disparó esta semana cuando vieron en la tele que la presidenta Cristina Fernández le entregaba a James Peck su DNI argentino. El, un kelper, era presentado como el primer isleño en tener documento nacional.

“Yo soy la primera, nací en Malvinas – dice Soledad –. No tengo nada contra este señor. Me parece que está muy bien lo que hizo pero a mí me da bastante bronca porque yo estuve cuatro años para tener mi DNI y ahora en el Gobierno salen a festejar como que esto es algo increíble”.

La historia de Soledad no es la única. Alexander Betts es la sexta generación de su familia que vive en las islas. Y desde hace más de una década también tiene su DNI argentino.

Ambas historias fueron confirmadas a Clarín desde Tierra del Fuego. Pero allí saben que además pueden existir otros casos más . ¿Por qué no se conocen? Porque muchos piden expresamente que sus nombres se mantengan en reserva por temor a represalias de los habitantes de las islas.

El caso de James Peck se diferencia de sus antecesores por dos razones: es el primero en el que la partida de nacimiento fue inscripta en Tierra del Fuego. Pero sobre todo, su pedido para convertirse en ciudadano argentino llegó en un momento en que la Argentina decidió redoblar los reclamos por la soberanía sobre las islas.

Fue “un hecho histórico” se había entusiasmado el martes la gobernadora Fabiana Ríos.

Peck recibió su DNI en un trámite ultra veloz. El 10 de junio, aún sin haber pisado Ushuaia, fue inscripto en el registro civil de la ciudad. Cuatro días más tarde, la Presidenta le entregaba en mano el documento.

Alexander Betts tuvo que dejar las islas en 1982. No sólo trabajaba para dos empresas argentinas (LADE y Gas del Estado) sino que además estaba en contra de la guerra. La presión fue tanta que no tuvo más remedio que dejar a su hija y radicarse en Córdoba.

Desde allí, se convirtió en un ferviente impulsor de los reclamos por la soberanía argentina.

A Nora Badino le faltaban apenas dos semanas para parir. Pero ella, estaba convencida de apoyar a su marido en eso de “hacer patria”. Con la panza de nueve meses y la hija de dos años, Nora y su marido, Pablo Rende, firmaron un permiso especial para poder viajar en avión y se fueron a Comodoro Rivadavia. De allí, hicieron transbordo en una nave de la fuerza aérea y aterrizaron en las Malvinas. Soledad nació en el King Memorial Hospital el 16 de abril de 1980. A los diez días estaba otra vez en su casa de Buenos Aires.

Rende, un militar retirado, hacía así su “acto patriótico” para intentar acercar a kelpers y “argies”.

“Yo no me siento kelper, me siento orgullosa de haber nacido en Argentina porque las Malvinas son argentinas”, dice Soledad quien lleva los genes patrióticos de su padre.

Recién en 1984, Soledad pudo tener su DNI argentino. Y desde hace tiempo, planea con su marido volver a las Malvinas para conocer el lugar donde nació. Pero aclara que, a pesar de tener pasaporte británico, sólo viajará con el argentino.

1 comentario:

Francisco Benzi. dijo...

Licenciado.
Estoy sorprendido por la difusión de estos casos.
Ya en el pasado ha habido (periodo pos guerra)hasta cadetes de la Fuerza Aerea Argentina que eran malvinenses.
Saludos cordiales.