Finalmente, Carlos Stornelli, ministro de Seguridad bonaerense, reconoció que existe "preocupación" por los índices delictuales y sostuvo que hay "una suerte de precariedad" en lo que refiere a seguridad en la provincia de Buenos Aires.
Esto permite dos lecturas: o explotó de golpe una super ola delictiva, o se está reconociendo una problemática que ya existía y que nunca se quiso admitir.
Las palabras de Stornelli, aunque preocupantes, son promisorias, ya que está admitiendo un problema concreto. Esto permitirá finalmente que el Estado pueda ocuparse de él.
Es todo un paso, ya que hasta el momento las acciones -y palabras- del ex fiscal habían sido totalmente erradas, empezando por su propia designación al frente de la seguridad bonaerense.
Es dable mencionar que este periodista tuvo la oportunidad de hablar con Stornelli horas antes de aceptar ser ministro de la provincia y este último negó enfáticamente la idea de aceptar ese cargo. Los hechos posteriores fueron la prueba más cabal de la hipocresía del funcionario público, algo que suele caracterizar a la mayoría de los políticos.
Más allá de las diferencias, es esperable que su tarea sea efectiva y eficiente. Será por el bien de todos.
CHRISTIAN SANZ
Desde la redacción de Tribuna de Periodistas
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