Por Marta Piñeyro
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El sistema de partidos políticos, en la Argentina , está en crisis desde hace años, y gran parte de la responsabilidad es de los propios políticos. Más allá de que Kirchner quiera dotar de prolijidad a la reorganizació n del PJ, y una forma de hacerlo es la competencia en internas, por otro lado repica en su cabeza la idea de un "toma revancha" para su consagración al frente del partido. ¿Un modo de desquite contra el sabor amargo que le dejó la elección presidencial de 2003, en la que llegó segundo y terminó consagrado presidente de la Nación por abandono de su contrincante en el balotaje?
"Todavía no dijo que sí, y tampoco que no" a las súplicas de quienes peregrinan por sus oficinas de Puerto Madero, aclaró Julio Pereyra, intendente de Florencia Varela y titular de la Federación de Municipios. Por ahora, Kirchner disfruta con mantener el enigma de si aceptará erigirse en líder del PJ o designará a un dirigente de su plena confianza, mientras él maneja entre bambalinas los piolines del partido y de ciertos asuntos oficiales, para dotar de una coraza a la gestión de su esposa, Cristina Fernández.
En medio de ese operativo para "convencer" al santacruceño de que es el hombre "ideal" para conducir el justicialismo, trascendió el desvarío de preparar una marcha o acto para que Néstor dé el "sí" a ese convite. Pero dirigentes, como el vicegobernador bonaerense, Alberto Balestrini, dicen desconocer una movida de ese estilo e insisten con la realización de internas.
Los pasillos de la Rosada fueron testigos del tránsito de gobernadores, legisladores e intendentes que iban del despacho de Alberto Fernández al de Florencio Randazzo, con alguna pasada por la oficina del asesor presidencial, Juan Carlos Mazzón. Todos ellos artífices de arrimar las "voluntades" a la reorganizació n partidaria, para lo que cobra peso fundamental la distribución de obras, subsidios o fondos coparticipables que maneja la Casa Rosada.
Mientras tanto, Néstor prepara un encofrado para llegar a esa instancia. En definitiva, todo apunta a que será él el candidato, sabedor de que arrasará a los eventuales oponentes, a quienes descalifica como pertenecientes al pasado y con políticas que hundieron el país. Hasta ahora, hay un solo pretendiente a la disputa: el Frejuli que lideran los hermanos Rodríguez Sáa, pero que avisó que tal vez no sea Alberto, el gobernador puntano, quien se postule para una derrota.
Incluso, ya se perfilan fechas para que, en febrero, empiece a girar el engranaje y se desemboque en internas en junio o julio, según calculan en despachos oficiales a uno y otro lado de los diques que integran el más nuevo de los barrios porteños.
Kirchner tampoco abandona su "visión" de un bipartidismo en el escenario político local. Al menos eso fue lo que apuntó Aníbal Fernández, al revelar que el ex presidente quiere transformar el PJ en un partido "abierto", "moderno" y "de cuadros" adoctrinados, similar al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). E insinuó que Kirchner considera a parte de la oposición similar al Partido Popular (PP) ibérico. En definitiva, una centroderecha neoliberal (Mauricio Macri, Elisa Carrió, restos del menemismo y el duhaldismo) y una centroizquierda (kirchneristas, socialistas, radicales K, resabios montoneros, y piqueteros), en pos de su modelo económico y social.
Los radicales K deambulan casi sin rumbo y buscan un lugar. El vicepresidente Julio Cobos anticipó que esa corriente promoverá elecciones internas en el partido centenario. Programan un encuentro en la ciudad bonaerense de Junín, para la tercera semana de marzo, con aquellos que adhieren al proyecto de la concertación plural, y allí "definir la pertenencia partidaria". El mendocino pretende que el comité nacional levante las suspensiones e intervenciones en algunos distritos, para ir a procesos internos que permitan definir el perfil y el rumbo de la UCR.
Mientras tanto, Cobos juega su rol: acompaña a la presidenta en actos oficiales y, como titular nato del Senado, tiene alguna participación en el ajuste de la agenda legislativa en la que se concentró Fernández de Kirchner esta semana. La meta es agilizar proyectos que el Ejecutivo enviará al Congreso para las sesiones extraordinarias, el mes venidero.
Es escasa la gestión pública de la presidenta. La semana pasada, dos actividades centraron las expectativas: su reunión con la mesa directiva de la CGT y la visita de Evo Morales.
El encuentro con los sindicalistas, calificado de "protocolar" , terminó siendo una suerte de pacto de no agresión, gestado entre Cristina y Hugo Moyano, en aquel café a solas el domingo 13, en Olivos. El camionero había advertido a los Kirchner que saltaría a la vereda opuesta si no se respetaban los derechos de los trabajadores. ..
Y los suyos. Jugó su carta para conseguir los apoyos oficiales a su continuidad en el pináculo de Azopardo, frente a los intentos de mellar su poder, tanto de otros sectores sindicales como de Balcarce 50. Un poder que pasa por su gremio y los aliados del sector transporte, que provocarían un desastre en el país, si declararen una huelga. Cristina y Néstor lo saben y, en consulta con los otros dos integrantes de la "mesa chica", Alberto Fernández y Carlos Zannini, decidieron no confrontarlo.
Además de lo informado por los gremialistas, esa reunión podría resumirse así: Cristina prometió a Moyano que no promoverá a otro candidato para que lo desplace de la CGT en julio, y que continuará en el freezer el otorgamiento de la personería gremial a la CTA. A esta altura, Hugo Yasky, titular de esta central, tiene que darse cuenta del tratamiento criogénico que el gobierno da a su reclamo, y del silencio al pedido de audiencia con la presidenta, que ya cumple una semana. Además, la mandataria concedió un aumento en los aportes para las obras sociales sindicales. Un gran salvavidas de 300 millones de pesos anuales más que manejarán los gremios, justificados por la inflación, que abrió otra polémica: ¿No fue 8,5%, ese índice, para 2007?
Por su lado, Moyano aseguró a Cristina que ninguno sacará los pies del plato a la hora de negociar salarios y que la pauta se ajustará en un 20 por ciento. El tironeo real vendrá disfrazado en demandas que los gremialistas harán a los empresarios en nombre de la "responsabilidad social empresaria" para una distribución de ingresos acorde con el nivel de producción y ganancias obtenidas.
Contarán con la ayuda del ministerio de Trabajo y de la AFIP , para, en definitiva, conseguir dos o tres puntos más de incremento a través de no remunerativos, premios o productividad. Por lo demás, ambas partes saben que Luis Barrionuevo y los pocos "Gordos" reunidos en el asado marplatense no hicieron mella en el ambiente político-sindical.
Gobierno y CGT nada dijeron de los plazos en que se pactarán los acuerdos, que Cristina pidió a Moyano que sean por dos años. Los sindicalistas sólo aceptarían con una cláusula de revisión semestral, que permita monitorear la evolución de los precios de canasta básica. Tal vez la negociación que abrió Carlos Tomada con los gremios aeronáuticos sea el caso testigo para el resto de los convenios por actividades. Consistiría en fijar ajustes salariales, precios, condiciones laborales, compromisos de inversión empresaria, como parte de una planificación estratégica en el corto, mediano y largo plazos.
La visita del presidente de Bolivia se justificó en una licitación de tubos para el gasoducto del NEA. Pero, en la reunión previa y, luego, en el acto, Cristina planteó reclamos a Morales por el suministro reducido de gas. Con sutileza, la dama le dijo que la Argentina "paga el mejor precio" por el fluido boliviano y apuntó a Brasil, beneficiado por la mayor exportación boliviana. Evo tuvo dificultades para atender la demanda y advirtió que no podrá cumplir con las cuotas acordadas con la Argentina y Brasil. Por eso, reiteró la necesidad de una reunión tripartita, para administrar el gas disponible.
En la Ciudad de Buenos Aires, Macri continúa con sus denuncias de supuestos manejos espurios y dispendiosos de sus antecesores. El miércoles tuvo su debut junto a la presidenta, en un acto en la Rosada , donde coincidió con Daniel Scioli. Cristina, fiel a su estilo, lanzó un dardo al jefe porteño, cuando dijo que "no es necesario" que ONG cambien lámparas para ahorrar electricidad; luego, tendió una mano y ambos coincidieron en trabajar juntos en ese y en otros proyectos para la Ciudad. Por otra parte, Capital y Provincia comenzaron el análisis de cuestiones comunes. La relación de Scioli y Macri esboza más coincidencias que disidencias, en cuestiones afines a sus distritos.
El caso particular de los venezolanos detenidos en Miami parece tomar otro cariz para la relación Buenos Aires-Washington. Uno de ellos, Moisés Maiónica, se declaró culpable de los cargos de conspiración para encubrir el origen y destino de los 800 mil dólares de la valija de Antonini Wilson.
Ahora, la fiscalía de Miami señaló que Antonini llevó el maletín a "pedido de otro pasajero" del avión rentado por Enarsa, y ya no menciona que el dinero era para la campaña electoral de Cristina, como habría dicho uno de los acusados. ¿A cuál de los otros siete pasajeros se refiere? Todos eran funcionarios gubernamentales de la Argentina y de Venezuela. Quien, por ahora, está indemne y mantiene su posición es Ezequiel Espinosa, el presidente de Enarsa.
Fuente: La Nueva Provincia (Bahía Blanca)
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