Por Jorge Omar Alonso
Como por otra parte era evidente, la justicia ha llegado a la detección de conexiones entre el gobierno nacional y elementos sediciosos convenientemente montados para operar como grupos de tareas al servicio del kirchnerismo. Han actuado por ejemplo en la malhadada cumbre de la ciudad de Mar del Plata y aunque lo niegue el gobernador Scioli, no es descabellado inferir que en el copamiento del Ministerio de Desarrollo Social lo hicieron por encargo del gobierno nacional.
Desde que se instalara en el poder el régimen actual (indistintamente si Néstor o Cristina), se ha rodeado de piqueteros a quienes ubicó en el gobierno con status de funcionarios y subsidió generosamente para que ejercieran el patoterismo punteril urbano.
Estas camarillas adquirieron gran protagonismo y como era de preverse, tuvieron tiempo y espacio para armarse como quedó demostrado a través de la detención del delincuente piquetero y lider del MP-29. Consecuentemente es legítimo inferir que en estos momentos puedan existir otras organizaciones armadas similares a la mencionada, prontas a actuar ante un guiño del gobierno, por ejemplo para “embarrarle la cancha” a Macri. Si este tipo de finalidades fueran a concretarse la paz social en nuestro País estará muy comprometida
El kirchnerato en el poder ha logrado reunir una mezcla despreciable de elementos castro-guevaristas con chavismo y montonerismo rezagado, que juntamente al odio destilado por la Bonafini conforman un sumidero ideológico pestilente, que infecta las entrañas de la Patria.
Nuevamente se vislumbran los peligros de la disolución social en una sociedad que es manipulada a través de la protesta y la acción ideológica.-
FTE: CRONICA Y ANÁLISIS
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