De los muchos y variados sistemas políticos que existen en el mundo hay determinadas características que diferencian uno de otro y le dan su propio rasgo y carácter distintivo.
Nuestro país adoptó en la Constitución de 1853 como sistema político, la democracia constitucional, a semejanza a la de los EE.UU.
Como sabemos este sistema está basado en que la totalidad de los ciudadanos, organizado como electorado y movilizado por la acción politica de los partidos, participan libremente en el proceso de la elección de sus representantes.
El electorado sigue las directrices de los partidos políticos y determina por medio de las elecciones las personas que los liderarán y representarán.
En consecuencia la elección constituye el procedimiento del cual se desprende el principio de la legitimidad democrática. Por ello tiene una significación fundamental en todo el proceso democrático.
La importancia del sistema electoral es capital tanto en lo que concierne a la función de control como en la función legislativa y la función de gobierno.
En base a lo expresado podemos afirmar que las elecciones constituyen uno de los aspectos distintivos de la democracia constitucional.
El otro pilar de este sistema político, entre otros muchos de menor importancia, es el funcionamiento de las instituciones previstas en la Constitución.
Hecha esta breve introducción, queremos analizar brevemente estos dos aspectos, comparándo nuestro país con una verdadera y auténtica democracia como la que rige en el gran país del Norte, que actualmente pueden ser seguidas fácilmente a través de los medios escritos y televisivos:
1. SISTEMA ELECTORAL
· “En EE.UU., postulación de precandidatos, elecciones internas en los partidos, “caucus”, todo acompañado por actos públicos de campaña y debates televisivos entre los precandidatos. A medida que se desenrollan estas actividades, aquellos candidatos que no logran afirmarse pueden realinearse con alguno de los posibles ganadores, o dejar en libertad de acción a sus convencionales.
Posteriormente, la convención partidaria, donde miles de convencionales se reúnen durante varios días de intensas negociaciones para elegir los candidatos partidarios.
A partir de allí, se desarrolla nuevamente una intensa campaña electoral, con nuevos debates televisivos conducidos por los periodistas más acreditados. Los candidatos recorren todo el país en una lucha voto a voto.” (ref.1).
Sin lugar a los ciudadanos que les interesa el futuro de la Nación, tiene amplias posibilidades y oportunidades para participar, elegir y evaluar a su candidato de preferencia, no solo desde el punto de vista de sus virtudes y cualidades personales y familiares, sino también en la forma en que va a encarar los proyectos políticos propuestos por su partido.
Sintéticamente es el procedimiento correcto de la forma de concretar la voluntad popular.
· En nuestro país. Hay unas “pequeñas” diferencias con lo mencionado en el punto anterior En los últimos comicios, el sucesor del presidente Kirchner fue elegido por la voluntad omnímoda y autoritaria de este. Simplemente se hizo su voluntad irrestricta. Y para colmo, nombró como su sucesor a su propia esposa.
En análisis político se considera que el proceso de utilizado está fuera de las formas democráticas de nombramiento de los gobernantes. Se lo conoce como “cooptación” (ref.2). El nombrar a su propia esposa, es algo tan insólito e inédito en el mundo, que aún no ha sido analizado por los analistas y politicólogos.
Los ciudadanos, tanto aquellos que les interesa la participación política, como aquellos que no, fueron simplemente espectadores pasivos de la elección de la candidata.
2. FUNCIONAMIENTO DE LAS INSTITUCIONES
· En EE:UU: No creemos necesario describir el funcionamiento de las instituciones en ese país. Probablemente con las democracias de los principales países de Europa y unos pocos del resto del mundo, las instituciones cumplen acabadamente la función para las que fueron creadas.
· En nuestro país: No debe haber probablemente ninguna o casi ninguna de las instituciones previstas en nuestra Constitución y leyes relacionadas, que funcione adecuadamente. Desde las principales como son la división de poderes, que deberían controlarse mutuamente en su accionar y que por otra parte son el “nucmen” esencial de una democracia, hasta las FF.AA, la Policía, la Justicia, el Congreso Nacional, solo para nombrar algunos pocos ejemplos entre tantos otros. Hasta el mismísimo INDEC es sospechado como fraudulento y falso, no solo por los argentinos, sino también en el ámbito internacional.
Definitivamente los dos aspectos fundamentales y distintivos de una democracia constitucional, las elecciones de representantes y autoridades y las instituciones republicanas no funcionan adecuadamente ni siquiera por aproximación.
¿Como podemos llamar entonces al sistema político que funciona en nuestro país? Desde ya, no precisamente democracia. Si en cambio, farsa o una imitación burlesca o satírica de una democracia. ¡Lamentable!
14-Feb-08
ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl. com.ar
NOTAS:
(1) Diario “La Nación”- Carta de Lectores – Patricio Mac Donagh
(2) La “Cooptación” ve al poder como una cosa, objeto de posesión y expresa si se quiere, una especie de sucesión a título particular. Consiste en la designación del sucesor efectuada por su predecesor.
“....la cooptación no ha podido legitimarse por la opinión pública, pues no se apoya ni en la soberanía popular, ni en la soberanía de origen divino.” Compendio de Ciencia Política II de Artemio L. Melo. Ed. Depalma.
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jueves, 14 de febrero de 2008
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