domingo, 11 de enero de 2009

CORRAN !!!! KIRCHNER EMPEZÓ A PAGAR A CUENTA

¿Palos y a la bolsa?
Exclusivo. Kirchner repartirá 15 mil millones entre los intendentes bonaerenses para obra pública sin licitaciones ni control. Es parte de la estrategia electoral para un distrito que definirá la supervivencia política del oficialismo.
Diego Schurman11.01.2009
A la vieja usanza peronista, Néstor Kirchner decidió romper el chanchito para salir a la conquista de la provincia de Buenos Aires. De aquí a las elecciones de octubre, el ex presidente invertirá 15 mil millones de pesos en obras públicas con el propósito de fortalecer la ingeniería electoral en el bastión del que depende la subsistencia de su proyecto político.

Las obras no pasarán por ningún proceso licitatorio: el dinero de las arcas públicas irá a parar directamente a los municipios bonaerenses, en su gran mayoría del PJ. En la Casa Rosada explican que el manejo descentralizado de los fondos busca sortear los intermediarios y licuar la burocracia estatal. Pero su finalidad exuda un tufillo clientelista: el que reparte es Néstor y por lo tanto el que deberá capitalizar los resultados es el ex presidente y no, por ejemplo, Daniel Scioli.

A esta altura, Kirchner no se puede dar el lujo de prescindir del gobernador bonaerense, pero tampoco es afecto a resignar cuotas de poder. Por eso en las últimas semanas, decenas de intendentes fueron a Olivos y de allí al besamanos del Ministerio de Planificación, que comanda Julio De Vido. El secretario de Obras Públicas, José López, fue el encargado de hacer el listado de beneficiarios de los planes.

Los actos en el distrito más populoso del país se sucederán casi diariamente en 2009. Serán pretendidamente de gestión, pero indefectiblemente de campaña. Como el del último jueves, en Florencio Varela, donde Kirchner no tenía otra razón para estar más que la de mostrarse como el conductor de un gobierno hacedor. En eso el oráculo de Felipe Solá fue certero: en un año electoral el oficialismo expondrá su debilidad por la sobreactuación y la hiperactividad.

La foto de Néstor, sobredimensionada por la ausencia de su mujer –fue el día que empezó la lipotimia de Cristina–, fortaleció la idea de su candidatura en la provincia, una hipótesis que él mismo ordenó instalar a sus laderos. A su lado estaba Sergio Massa, toda una curiosidad si no fuera que el jefe de Gabinete es otro de aquellos a los que están midiendo como postulantes.

Kirchner dice que el intendente de Tigre en uso de licencia mide en las nunca bien ponderadas encuestas que encomienda el Gobierno. Aunque los números por ahora son invisibles para el común de los mortales, calcula que Massa, en el peor de los escenarios, está por encima de sus contrincantes. Ellos son Solá, Francisco de Narváez, Jorge Macri, o una boleta que reúna a los tres juntos. Lo mismo sucede si la rival es Margarita Stolbizer. Ver para creer.

A la hora de sondear, el Gobierno no se priva de nada. Desde el recaudador Santiago Montoya, hasta la ministra Graciela Ocaña, pasando por los hermanos del poder José “Pepe” Scioli y Alicia Kirchner, todos son potenciales candidatos. En los últimos dos casos, persiste la fantasía de que la portación de apellido traccionará votos.

La provincia se nutrirá de otros nombres, pero no como candidatos sino como operadores políticos. A pesar de la mala estrella que lo acompaña desde el conflicto del campo, Luis D’ Elía reaparecerá en escena para fortalecer la ayuda social. A través de su Federación de Tierra y Vivienda, el emblemático piquetero K administrará dinero público para trabajos productivos. Y Emilio Pérsico –el dirigente del Movimiento Evita recién incorporado a un cargo en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación– lo hará para motorizar microemprendimientos.

VALE TODO. Kirchner necesita ganar y su pragmatismo es a prueba de balas. El gobierno de los derechos humanos, como gusta vanagloriarse, terminó justificando su apoyo a Aldo Rico en San Miguel. Justo un carapintada que se levantó en armas contra la democracia pidiendo el cierre de los juicios a los represores de la última dictadura militar.

Esta muestra de pago chico de la lógica K de supervivencia se reproduce en escala mayor en Santa Fe. ¿Cómo no va a apoyar la candidatura a senador de Carlos Reutemann si es el único capaz de hacerle fuerza al socialista Rubén Giustiniani, y de paso dificultar la carrera presidencial de su aliada Elisa Carrió y del gobernador socialista Hermes Binner?

El entusiasmo es tal que Oscar Parrilli esta semana desplegó sobre su escritorio una carpeta con el escrutinio de la elección presidencial de 2007 en Santa Fe. Muestra cómo Cristina ganó con el 35% de los votos, poco más de un punto por encima de la fórmula Carrió-Giustiniani. La elección fue posterior al triunfo de Binner en la gobernación. “Es mentira que en esa provincia no se puede ganar”, afirma el siempre optimista secretario general de la Presidencia.

–Pero desde entonces hasta la fecha ocurrió la guerra gaucha –se le recuerda.

–Por eso el candidato a senador es Reutemann. Él estuvo con el campo –justifica.

No hay respuestas, en cambio, sobre qué pasará en 2011 si en octubre gana el Lole. ¿Será candidato a presidente? ¿Cederá ese lugar a Kirchner? Hipótesis sobran. Pero la de María del Carmen Alarcón tiene un valor agregado. La hoy funcionaria de Binner fue mano derecha del ex piloto de Fórmula Uno durante muchísimos años.

-Lo que está armando Reutemann ahora, ¿es sin Kirchner, con él o contra él? –le preguntó el periodista Pablo Feldman para una radio rosarina.

–No, es con Kirchner. Reutemann es incapaz de ir en contra del dirigente por arriba de él que tiene poder. Por eso no fue candidato a presidente en otra oportunidad: para no enfrentarse con Menem. Reutemann tiene miedo, yo sé cuáles son las limitaciones de Reutemann y sé que es un hombre que tiene miedo de enfrentarse al poder.

El ex presidente fue tan rápido para capitalizar el lanzamiento del Lole, como lento para cosechar los aplausos por el éxito del Rally, cuya llegada al país fue gestionada por el secretario de Turismo, Enrique Meyer.

–Esos eventos son muuuuuuuuy menemistas –fue la chicana de Kirchner a Massa, con Meyer de testigo, cuando el jefe de Gabinete hizo alusión al tema, al inicio de la competencia.

Dos días después, al comprobar la repercusión que tuvo entre la gente, volvió a llamarlo.

–Che, denle manija, ¿por qué no aparecemos ahí nosotros? –se quejó el santacruceño a viva voz.

Falto de reacción, al menos sobre lo que generan estas lides tuercas, al Gobierno –diría Maradona– se le escapó la tortuga
DIARIO CRITICA

No hay comentarios: