martes, 26 de abril de 2011

OTRA GALAXIA



LA TRAYECTORIA ORBITAL ARGENTINA
Por el Lic Gustavo Adolfo Bunse (26/04/2011)


Hace muchos años, escribí este cuento… casi una descripción de nuestro presente trágico. …

Aquí se los ofrezco casi intacto
… y parece mentira que sólo tuve que cambiarle 4 nombres :


Ella… orbita otra galaxia.

Cualquier crítica, es perversión, cualquier opinión correctiva es sabotaje y cualquier sugerencia es una diatriba descalificable.

Nada es aceptable … salvo lo que es propio “del régimen”.

El artículo de las últimas horas de un diario de EEUU que literalmente despelleja a nuestro gobierno… sólo mereció una sonrisa de desprecio.

Si alguien le dijera a ella que la tierra es un planeta que se desplaza por su orbita en el espacio a 29,7 kilómetros por segundo…. a priori ella diría que eso es falso de toda falsedad.

Pero no. Eso es exactamente así.

Es decir, a 29,7 kilómetros por segundo vamos viajando todos como en un parque de diversiones. También usted y yo.

Y en ese vuelo, van con nosotros también, los muertos de hambre, la ola de delincuencia, los índice truchos del Indec, los presidentes inútiles, los piqueteros premiados, los famosos controladores de precios, el caso Juliá irresuelto, los reeleccionistas de por vida, los arrepentidos, los senadores corruptos, los secuestradores y marginales, los exportadores de soja, los chinos que ya no la quieren comprar, los monotributistas, los imbéciles, los ideólogos de la patagonia, los carpetazos , los travestis políticos, el colágeno de sus labios iridiscentes y todos los tránsfugas de la moral que llegaron al gobierno junto con ella.





A todas estas personas las acompañan en ese vuelo increíble, los negadores de la crisis inflacionaria, los empresarios arrastrados que le temen al Gobierno y reptan a sus pies, la DGI apretando gente por opinar diferente y las encuestas de un oficialismo falsario.


Viajan todos :

La Constitución… molida a patadas en los fundillos por los decretos de necesidad y urgencia,… el sarcófago bruñido de todas las instituciones de la República, la seguridad jurídica en coma, los asaltados anónimos de todos los días , los culpables de la bomba de la AMIA, la declaración jurada de los bienes de la familia K, el impuesto al cheque, los 14 gobernadores comprados por 20 dineros, los superpoderes prorrogados, la conmovedora cacatúa del atril y el mudo Reutemann.

Todos, sin excepción, van a 29,7 kilómetros por segundo en el tiovivo espacial argentino. Una trayectoria de calamidad.

No se salva nadie.

Pero los sueños de nobleza, de una Patria augusta y sana … ó acaso de los restos de ella, permanecen inaccesibles… incólumes… sin que los afecte el vértigo de ese viaje alucinante, sin que las partículas del viento solar les produzcan el desgaste de locura que ha dejado a los seres humanos en este país… en el estado yacente de estupidismo crónico y de marginalidad criminal latente.

El arte, la grandeza, el talento verdadero, la solidaridad y la templanza en las sociedades como la nuestra no están en ningún escaño del Congreso, ni tampoco en los bolsillos de Moyano, viajando a esa velocidad infinita.

La honestidad de los ideales y el patriotismo argentino no se hallan en ese viaje circular y alucinante.

Están quietos … en alguno de los puntos de la elipse que marca el recorrido de ese vuelo… y flotan allí… esperando subirse a la trayectoria.






Pasamos por esos puntos, todo el tiempo y los tenemos allí, ofrecidos como sortija en tiovivo, para tomarlos algún día y salvar algún pedazo de pellejo de la condición decente que podría servirnos para poner a nuestro país a brillar… alguna vez, a darnos orgullo, alguna vez, a confiar en él . . . alguna vez.

Nadie nos va a regalar nada en estos confines extrauterinos del mundo. Aún con viento de cola, necesitamos la silla de ruedas el salvajismo impositivo y la artificialidad confiscatoria para sostener el superávit que tenemos.

Seguir siendo un país ninguneado por todos, mientras dura este rápido viaje, no es algo que podamos evitar tan fácil mientras sigamos siendo llevados de la mano, mudos y silenciosos, por gente inspirada en el resentimiento ideológico y entrenada con cierto esmero en las artes de la hipocresía.

Tomar esa “sortija” y ponerla en manos de alguien que pueda lucir la banda presidencial con honor… tampoco va a ser algo sencillo, por cuanto toda la clase política argentina, casi sin excepciones, es una conocida raza que trae la mentira y la farsa en su sangre.

Es una raza que jamás ha sabido hacer nada en bien del país y que nunca supo darnos algún miserable motivo de orgullo en los últimos 70 años.

Un hecho trágico que quizás podríamos dejar de sufrir, siendo acaso mucho más severos de lo que hemos sido y teniendo bastante más coraje del que hemos tenido … para que no puedan viajar estos sujetos, mezclados con nosotros, de manera tan impune.

Pues fatalmente, si seguimos así … seguirán todos ellos, sin excepción, siendo presidentes, siendo ministros y diputados, por los siglos de los siglos. Se meterán en un lavarropas político y volverán reciclados como entes mutantes de la infamia y de la deshonra.

Volverán con una careta nueva a postularse en masa para los mismos cargos.





Indefectiblemente, alguno de esos mediocres (quien otro ?) va a ser ungido nuevamente para dirigir nuestros destinos y va a seguir, del mismo modo… arruinándonos la vida.

Algunos dicen que la gente ya se está dando cuenta de la estafa y que será difícil que nos engañen otra vez.

Pero no es cierto.

El que ya se dio cuenta … está resignado o les teme.
Y el que no se dio cuenta… va a ir al cuarto oscuro… tal como va la vaca al brete.

La sortija está en la elipse y nadie la ha tocado todavía.

Todos los mercaderes de la carcoma, bajo cualquier interés rapiñero y desde cualquier vestidito negro de channel, nos seguirán mirando de costado, mintiéndonos en forma alevosa, instigándonos enfrentarnos unos con otros, inventando fantasmas, enemigos por doquier y complots en cada esquina.

Seguirán… aún sabiendo que van derecho a otro enorme naufragio, tal como lo han hecho matemáticamente todos los anteriores, aún sabiendo que son incapaces de gestionar nada. Y aún sabiendo que, ganen o pierdan las elecciones, podrán pactar tranquilamente con el tránsfuga que les acepte el cheque, para luego traicionarlo ó para ser ellos mismos traicionados con una rara fruición vocacional de césares de baldío.

Viajan con nosotros a 29,7 kilómetros por segundo, dejándonos a todos perplejos y mirando desde nuestro tiovivo con este maldito escepticismo que a nadie le gusta, pero que forma parte de una mirada muy realista a la que nos tenemos que obligar a cada mañana, de cada día, de cada hora de nuestras vidas.

Con ese gran pesimismo que le queda a cualquiera después de tanto apaleo de engaño, viéndolos salir a todos ellos, al final del cuento, llenos de dinero, como Jaime, como Vázquez, como Uberti, como Miceli, como Rudy Ulloa y como toda la nueva satrapía de La Cámpora.






Dejándonos a todos transidos de asco por haber creído en ellos una y otra vez, acaso sólo por una sofocada angustia ó por la infantil necesidad de creer en algo.

Sin dudas, a 29,7 kilómetros por segundo, ser pesimista en este punto del planeta es sólo… un poco de instinto de supervivencia.

Pues… con sólo un segundo de realismo, tenemos para andar 29,7 kilómetros de cualquier calamidad, en nuestra querida comarca


Lic Gustavo Adolfo Bunse
gabunse@yahoo.com.ar

No hay comentarios: