CORRUPCIÓN

Señor Director:
Circula por internet un mail de un sitio de información en donde se difunden los detalles de una nueva entrega de la compañía petrolera estatal más importante del país, que ahora supuestamente pasará a manos amigas del elenco gobernante. Cuando leemos que la venta se hará en dos tramos y en el primero, Repsol se desprenderá del 14,9% , porque éste es el límite que fija el estatuto de la empresa para no obligar a lanzar una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA), evitando así someterse al cumplimiento de un régimen legal estricto, con importantes controles por parte de la Comisión Nacional de Valores (CNV), no podemos menos que sentir una profunda indignación de ser esto cierto. Transparencia Internacional ha calificado a nuestro país en el ranquing de percepción de corrupción con 2,9 sobre 10, lo que significa que la Argentina es un país corrupto, ni hablar entonces de las maniobras que pueden suceder en operaciones como estas donde se mueven miles de millones de dólares y el control al parecer es inexistente. Asimismo el último estudio de T.I. a nivel mundial señala que aunque la policía sea la institución pública más afectada por este mal, los ciudadanos creen que los más infectados por la corrupción son los partidos políticos y el poder legislativo. Así, seis de cada diez entrevistados creen que los partidos políticos son corruptos.
Mi reflexión es la siguiente, ¿no creen los responsables de gobernar el país que todo siempre tiene un final?
Hubo a lo largo de la historia grandes infractores de las leyes y de los derechos más elementales y su final y el de quienes estuvieron a su lado fue el peor, aunque no les interese el bien común y el futuro del país deberían pensar que ese día les llegará y todo el peso de la justicia les caerá encima, aunque estemos en la Argentina.

Alejandro Olmedo Zumarán.
olmedozumaran@hotmail.com