jueves, 3 de enero de 2008

ESTARÉ VIEJO ?

Hace un tiempo pensaba que cuando yo tenía 18 años, los cuarentones eran VIEJOS, y estaban absolutamente fuera del mundo, no entendían nada de nada. Pero las visiones sin duda cambian, especialmente hoy que ya he pasado los 50.Y me surgió la pregunta clásica, me estaré poniendo viejo???? La verdad que creo que no, si bien no me puedo comparar con un auto modelo 90, creo que aun no califico de clásico.Pero mas allá de las sensaciones propias comencé a revisar mi vida a través de hitos o cosas que me pasaron o que conocí por conversaciones con mis pares.Sin demorarme mas, lo primero que recuerdo es la Televisión, cuando éramos niños no existían 10 canales en el cable para ver monos animados todo el día, y con suerte teníamos en un comienzo el 7 y el 13, un rato después de los bloques femeninos que veían nuestras mamás, para hartarnos con el Mundo de Disney, los PIcapiedras, el Correcaminos , y otros mas por el estilo. Luego se sumaron , más series estadounidendenses en Televisión, como Superman, Batman y Robin, y otras cuantas que a mi no me dejaban ver, no por contener violencia o monstruos, sino porque sencillamente a esa hora mi mamá veía la El Rolando Rivas taxista, la familia Falcon y otras comedias, y en esa época en general nadie tenía mas de un televisor en la casa.Con tanto tiempo libre, era imposible no jugar, y lo mas increíble “salíamos a la calle a jugar”, peloteábamos todo el día, podíamos dar la vuelta a la manzana en bicicleta, y a nadie se le ocurría que te iban a asaltar y robar la bicicleta, y muchas veces incluso podíamos jugar a la escondidas una vez que ya estaba mas oscuro, antes de entrar a cenar.Se imaginan a nuestros hijos, jugando a los 10 años a las escondidas en la calle, a parte de que no sabríamos se volverían a comer, nos mandarían a la punta del pueblo, pues no podrían entrar a Internet.No niego, y soy un gran defensor de Internet, que sin duda de haber tenido computadora y la red de redes a mi alcance, posiblemente hubiera sido igual a mis hijos, y también habría sido parte de sus visitas permanentes a los websites de Cartoon Network, Nicklodeon; Neopets, etc; y quizás habría tenido un montón de amigos virtuales, mas que de barrio o imaginarios.Ya mas entrados en la adolescencia, y cuando descubrimos que había música distinta a la que escuchaban nuestros padres, y tuvimos la suerte que en algún momento compraran un equipo de música, distinto al winco, y que traía al menos dos parlantes para poner uno a cada lado del living, y estos equipos, eran completísimos, tenían radio, tocadiscos para cargarlos con mas de uno y potencia !!!. En un comienzo eran más escasos y caros, y tener un Ken Brown era digno de pacto con el Diablo y a muchos meses de crédito en una casa como Frávega, que en ese entonces había pocas al menos en la provincia de Buenos Aires. Además debían ser grandes, o sea, había que comprarlos con mueble y todo, pues no cabían en cualquier parte (años después llegarían los minicomponentes).Pero el problema del acceso a la música era el mismo, pues el equipo también estaba en el living, y por lo tanto, o veías dibujos animados, cuando te correspondía ver TV o escuchabas música. La solución a este problema llego pronto con las nunca bien ponderadas radiocassetes, la cual aparte de ser absolutamente portátiles, pues funcionaban tanto conectadas a la corriente eléctrica como con pilas, y pese a que la calidad del sonido era bastante inferior a la potencia del equipo, uno podía irse a su pieza a escuchar la radio, y navegar por radio "Modart en la noche", etc, y lo mejor de todo era que podíamos comprar un disco simple o doble mas accecible al bolsillo que un long-play (terminaron en extinción) , cuando te llegaba algún disco importado con temas no editados en nuestro país sin dudosa procedencia , eran bienvenidos y nos juntábamos para ecucharlo durante días.Recuerdo haber pasado tardes enteras grabando con cinta en la casa de un amigo, tratando de capturar las mejores canciones de moda sin importarnos el género o el autor, en lo posible a la mitad apareciera la voz de aprendices locutores, diciendo SIGUE LA MÚSICA, y la verdad que a nadie se le ocurría tratarte como delincuente, y perjudicando la industria discográfica.
En estos tiempos cantantes y bandas de aquellos años vienen a ofrecer recitales en vivo; porque si editan primero el CD acá, no venden ningún original y en la calle, ferias los compran por dos pesos, los vendedores y feriantes autorizados que los exiben sin tapujos, pareciera que no configuran delito alguno contra la propiedad intelectual y la Ley de marcas.
Así están las cosas y los delincuentes somos nosotros cuando la carga impositiva por haber construído con mucho sacrificio un local comercial, terminamos alquilándolo o reformándolo para vivienda.
Entonces trasmito ideas, comentarios, noticias, buscando ser dueño de mi vida y escribiendo notas de opinión de vez en cuando; además arando con mi primo en la paz del campo.

Hugo Sirio

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