El sueño recurrente de los sacerdotes es el siguiente:
El viejo cura yacía muriendo en el hospital. Por años, él había servido fielmente a la gente de la Patagonia Argentina.
Le hizo señas a su enfermera que se acercara.
"Sí, Padre?" dijo la enfermera.
"Yo realmente quisiera ver a la Presidenta Cristina y a don Nestor antes de morir," susurró el cura.
"Veré qué puedo hacer, Padre," respondió la enfermera.
La enfermera envió el pedido a don Nestor y esperó una respuesta. Pronto el aviso llegó; los K estarían gustosos de visitar al cura.
En el camino al hospital, Cristina le dice a Nestor,
"Yo no sé por qué el viejo cura quiere vernos, pero seguro me va a ayudar a mejorar nuestra imagen con la iglesia.. siempre andamos a los tirones con ellos!
Nestor estuvo de acuerdo —era una gran cosa para ellos una vez que sacaran una declaración de prensa sobre la visita.
Cuando llegaron a la habitación, el viejo cura le tomó la mano a Nestor con su mano derecha y la mano de Cristina en la izquierda.
Hubo un silencio y una mirada de serenidad en la cara del viejo cura.
Finalmente Néstor habló. "Padre, de todas las personas que podría haber elegido, por qué nos eligió a nosotros para estar a su lado en el final?"
El viejo cura lentamente respondió, "Siempre he tratado de moldear mi vida siguiendo a la de nuestro Señor y Salvador Jesucristo."
"Amén" dijo Nestor.
"Amén" dijo Cristina.
El viejo cura continuó....
"El murió entre dos ladrones mentirosos.
Yo quisiera hacer lo mismo."
AMÉN!!!!!
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