viernes, 1 de febrero de 2008

UN PAÍS ABURIDO

No es mucho lo que a ella le ha quedado por hacer después de los cuatro años y medio notables del primer Kirchner, en los que repuso la piedra inmóvil de Tandil, anunció el tren bala e hizo felices a un montón de amigos con cargos y participaciones en empresas boyantes.

Por Daniel Della Costa
No se trata de algo de apuro. Pero si a alguien se le ocurriera introducir más modificaciones en la Constitución Nacional y contara para ello con el apoyo necesario, debería aprovechar la bolada para que también se agregara esta cláusula: prohibición absoluta para los cónyuges, padres, hijos o entenados de presidentes en ejercicio de presentarse como candidatos para sucederlos en el cargo.

Una propuesta que nada tiene que ver con la corrupción y mucho menos con esas molestas alusiones que hoy se hacen al matrimonio presidencial. Tales como que Néstor actúa como si nunca hubiera dejado el poder, a pesar de que ya no concurra con tanta frecuencia a la Rosada. Lo que pasa es que este tipo de enroque, por más simpático que haya resultado a los nativos que lo votaron y que con tanta inefable sorpresa fue recibido en el exterior –¡otra vez los argentinos dando la nota!, fue el comentario más escuchado–, está mostrando un flanco que preocupa, y mucho: el gobierno resultante es tremendamente aburrido.

Lo que se explica por dos razones. Una, porque no ha respondido a las expectativas de que venía cargado, debido a que presentaba una novedad absoluta: el cambio de género. Porque la gente se preguntaba: ¿qué hará una muchacha en el poder? Pues, como ya se ve, nada distinto. Y otra, porque la consecuencia de este comportamiento es una gestión más bien opaca y nada innovadora. Algo inevitable cuando insiste en no apartarse ni un tranco de pollo de la anterior, esto es, la de su marido. Lo que puede deberse a que su pensamiento está absolutamente consustanciado con el de su cónyuge. O a que la embarga el temor de que, al volver a casa, él, si es que ella se ha atrevido a hacer algo no autorizado, la reciba con cara de disgusto y sin apartar los ojos de la TV, así sea que esté viendo un partido entre un combinado de Alaska y otro de Macedonia.

Pero en su descargo también hay que reconocer una cosa: que no es mucho lo que a ella le ha quedado por hacer después de los cuatro años y medio notables del primer Kirchner, en los que repuso la piedra inmóvil de Tandil, anunció el tren bala e hizo felices a un montón de amigos con cargos y participaciones en empresas boyantes.

Pero esto no quita que podría haberse esforzado un poco y sin necesidad de alejarse de la línea que le han marcado, haberle encontrado una solución mejor, por ejemplo, a la finalmente reconocida crisis energética, esto es, sin incurrir en el bochorno de cambiar la hora y de importar millones de lamparitas chinas ¡de Cuba!

“Pero claro, maestro –dijo el reo de la cortada de San Ignacio–. Le digo más, si me hubiera preguntado a mí le decía: tenés que hacer como hizo tu marido con la inflación. Así como él le dio piedra libre a ese mozo Moreno para que metiera mano en los índices, ella podría mandar ahora a este mismo sujeto al Servicio Meteorológico para que hiciera lo mismo con la temperatura: autorizar un máximo de 30º en verano y mínimo de 15º en invierno. Con lo que se les diría chau a los golpes de calor y a los chuchos de frío, nos sobraría electricidad y hasta le podríamos exportar gas a Evo Morales.”

La Nación (Argentina)

Más información www.politicaydesarrollo.com.ar
Para suscribirse editor_politicaydesarrollo@yahoo.com.ar
Contáctenos: politicaydesarrollo@gmail.com

No hay comentarios: