VIGENCIA DE FRONDIZI

"DEMOCRACIA CON DESARROLLO Y FUERZAS ARMADAS NACIONALES PARA SALVAR A IBEROAMÉRICA"

Por Arturo Frondizi

Con el artículo anterior titulado “El trabajo es la verdadera riqueza de los pueblos” pretendí lograr que las dirigencias del continente se llamaran a la reflexión sobre la vital y urgente necesidad de crear fuentes de trabajo e incrementar los salarios por la vía de una dinámica industrialización en todo Iberoamérica. A su vez denuncié las políticas erráticas aplicadas a sus naciones con la complicidad de las dirigencias de todo signo, que operan en el círculo de la usura internacional. Esto hizo que las conveniencias nacionales pasara a segundo término y que el continente Iberoamericano se siga convulsionando a extremos que hacen muy difícil prever la dimensión dramática del futuro. El hambre, las enfermedades, el dolor y la esclavitud están a la vista.

Se ha publicitado reiteradamente el vuelco de Iberoamérica hacia la democracia en los años ochenta y que sus normas prevalecen en el continente. También se afirma que “...es improbable que las Fuerzas Armadas perturben el orden político.” (V. Informe del Diálogo Interamericano para 1990). No debo seguir adelante con el tema sin repetir que no me interesa una “democracia que se ha conquistado en las urnas y que después condena al país a la desintegración cultural, el fracaso económico y social y a una política internacional que no representa los intereses de sus habitantes. A mi entender la realidad es el mayor signo de alarma para Iberoamérica. (V. Ámbito Financiero 08-08-1988).

Democracia y Fuerzas Armadas

En párrafos anteriores me referí a la democracia en Iberoamérica. Lo particular del caso es que en nombre de un supuesta protección de la democracia se ataca a las Fuerzas Armadas. No creo que responda la simple casualidad que posteriormente al Informa del Diálogo Interamericano del año 90, un alto funcionario de Defensa de la Argentina, el 11-09-91 declara a un importante matutino que el proceso privatizador se refería –se refería a la venta de las industrias de su jurisdicción- no afectaría a la capacidad de acción de las Fuerzas Armadas, porque éstas, enfatizó “...se encuentran absolutamente apartadas ya de la idea de la intromisión de la vida política del país”... En una oportunidad me refería a tales expresiones calificándolas de mal intencionadas, pues está demostrado, sin que pueda mediar duda alguna, que las Fuerzas Armadas deben integrarse activamente a “la vida política” de las Naciones Iberoamericanas, como brazo armado de una decisión de desarrollo nacional y por lo tanto de autodeterminación.

Cada vez que las Fuerzas Armadas de algún país del continente han opinado contra las políticas económicas-sociales llevadas adelante por el “Establishment anglo-americano, se les ha acusado de perseguir la rotura de la democracia. Hasta se llegó a atribuir la pobreza del Tercer Mundo a los presupuestos militares, lo que hizo que el señor McNamara (ex presidente del Banco Mundial) en conferencia pronunciada ante el Fondo Monetario Internacional en 1991. En una conferencia que se llevó a cabo en Kiedrich (Alemania), el 12 de Diciembre de 1993, se rebatió la falacia de tal afirmación al darse a conocer que “menos del uno por ciento de PNB de las Naciones Iberoamericanas, se va en gastos militares, mientras que el seis por ciento se gasta en servicios para atender la deuda externa.

El gran argentino que fue el General Juan Enrique Guglialmelli, con respecto a la ubicación de las Fuerzas Armadas en el contexto de las democracias expresó: “..El verdadero punto de partida radica en comprender que las Fuerzas Armadas, el poder militar, sumado al poder económico y al poder político, constituyen partes indivisibles de un único poder nacional que opera, totalmente integrado, bajo la conducción del gobierno en defensa de los intereses nacionales y en la consecución de los objetivos nacionales y políticos”.

Alerta

A riesgo de ser redundante traigo a colación las palabras que en 1902 pronunciara el diputado Alberto Capdevila: “La historia de estas – se refiere a las Fuerzas Armadas- es la historia de la Nación misma y la Patria y ellas están de tal modo vinculadas y enlazadas, que suprimirlas o destruirlas es destruir y arruinar a la Patria”.

A medida que se profundiza la aplicación de las políticas derivadas de la Iniciativa para Las Américas, del Presidente Bus, se profundizaran los ataques a las Fuerzas Armadas. La eliminación del poder militar nacional pone en juego la existencia misma del Estado. Por algo el 29 de Marzo de 1993, Paul Volcker, presidente norteamericano de la Comisión Trilateral, anunció que se vislumbraba “un ejercito mundial”, planes estos que entre otras cosas incluían además que los Bancos Centrales de Iberoamérica se incorporen al sistema de la Reserva Federal de los Estos Unidos, lo que desde ya cuenta con el apoyo del Fondo Monetario Internacional y el beneplácito del poder supranacional de los banqueros.

Al hablar durante el acto de fundación del Banco de la Nación el 26 de Octubre de 1891, el presidente Carlos Pellegrini expuso: “... Este Banco se funda únicamente en servicio de la Industria y el Comercio”. Refiriéndose a un “gremio que no había recibido apoyo digno de mayor interés”, aclaró que se trataba “... de los pequeños industriales”. “La verdadera industria en un país nuevo –recalcó- es la que nace en su ceno, crece y se desarrolla por el esfuerzo inteligente y perseverante, amoldándose al medio en que va a vivir y adquiriendo cada día nueva experiencia que la vigoriza.”

Desde el fondo de la historia nos están reclamando cambiar el rumbo.

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EL EJEMPLO DE ARTURO FRONDIZI:

PRIMERA PARTE

SEGUNDA PARTE

TERCERA PARTE

CUARTA PARTE

QUINTA Y ÚLTIMA PARTE

RECUERDO DE LA VISITA DE ARTURO FRONDIZI AL LAGO DEL DESIERTO

FUENTE: CRÓNICA Y ANÁLISIS