sábado, 2 de febrero de 2008

VIVIR MEJOR.............

VIVIR MEJOR ES TAMBIÉN PERDER INCERTIDUMBRES.

Por el Dr. Alberto Scavarelli (*)

Ya no hay modo de disimular el cambio de las garantías desde las que se proyecta la vida en comunidad. El mecanismo de respuesta es hoy la maleta y el pasaporte. Iba a escribir valija, pero preferí evitar innecesarias alusiones.

Cuando la gente advierte que el escenario puede tornarse poco garantista reacciona claramente. Se va donde su trabajo sea respetado y el fruto de su esfuerzo protegido.

Cuando el objetivo de un gobierno no es compartido, no admite razones de la oposición, y se comprueba con pesar que no se respeta el producto del trabajo y el esfuerzo personal, quien puede hacerlo, toma su maleta y se va donde se sienta mas seguro.

Por estos días viajé a Panamá por razones académicas. Los operadores políticos en campaña con los que también estuve, en medio de un impresionante crecimiento del país, concuerdan en la necesidad de sostener y garantizar la continuidad de políticas básicas que no dependan de la voluntad de cada gobierno.

El tiempo dirá que sucede con ese anunciado consenso, pero desde ya debe valorarse el propósito. No creemos en promover el inmovilismo, por el contrario, pero la estabilidad, la confianza –y como en el deporte- las reglas de juego, no se pueden cambiar por el talante de una dirigencia de turno. Será por eso, que por estas latitudes, nadie de afuera invierte sin un marco legal que de protección a sus inversiones.

En Panamá la llegada de venezolanos es incesante. Dejaron de confiar en la seriedad de su gobierno y sienten que han perdido garantías. Simplemente buscan que el producto de su esfuerzo este debidamente protegido. Buscan la seguridad de políticas claras y la garantía del compromiso sostenido.

Antes quien se iba de un país en democracia, lo hacía buscando trabajo. Pero ahora también se va huyendo de la incertidumbre, porque se sabe que una vida mejor no es solo ganar más, también lo es perder incertidumbres, esa virosis del alma que corroe la esperanza y quita el sueño.

Se nos van personas cada vez más jóvenes y calificadas, y con ellos sus iniciativas. Ya no van precisamente a trabajar en lo que otros no quieren hacer. Se van a países que han crecido con políticas estables, no a cualquier lado. Una pena se le llame ahora "emigración estructural" a situaciones que como nunca son claros mensajes desde los hechos.

El acierto o el error de una política, tiene hoy un modo de verificación muy simple: Una emigración cada vez más creciente, calificada y sostenida. Pero además, de los que ya se fueron, casi nadie retorna para quedarse, Pensemos lo que pasa por aquí, donde tantos de nuestros muchos compatriotas que viven fuera del país, solo vienen de turismo o a votar y decidir una elección. Un recuerdo al habilidoso teru teru, que agita sus alas y se muestra por un lado, mientras mantiene su nido en otra parte.

Vivimos un tiempo de bonanza internacional que se nos pasa aumentando incertidumbres y sin dar tranquilidad ni garantías. Muchos venezolanos escapan hoy rumbo a la pujante Panamá o aun mas lejos, pero de algún modo, algo así también esta sucediendo en nuestros lares, algo que debería ser más tenido en cuenta y por ejemplo cuando se grava como si fueran rentas, a las jubilaciones y a los sueldos producto del trabajo.



(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo por gentileza de su autor, el Dr. Alberto Scavarelli, Legislador Nacional del Partido Colorado en la República Oriental del Uruguay

No hay comentarios: