jueves, 17 de enero de 2008

CARTA ABIERTA

Carta abierta a Luis Augusto Weckesser
Leí su nota publicada en PyD (Editada por Diario7) y no aguanté. Le escribo una carta personal abierta porque ud. es un indeseable peligroso para una sociedad que avanza hacia su plena realización.

Por Juan Carlos Sánchez
Edición PyD

Nada de cortesías.

Mire Luis Augusto Weckesser, o yo no estoy lo suficientemente loco o no tengo los huevos suyos como para hacer lo que ud. cuenta que hizo en ese colectivo. Si a mi el choro me pregunta si soy policía seguro que le respondo que no, que soy una carmelita descalza de incógnito o algo parecido. Admito que ud. es un tipo peligroso.

El episodio, explicable por las secuelas depresivas que trae, que inició el calvario de su esposa Delia terminando con su muerte (el cáncer también sobreviene por la baja de las defensas producto del stress y la depresión) era de esperar. Ud. era (es, lo publicamos en mis diarios digitales) un tipo peligroso para los marginales correctos y progresistas. Así que no los culpe, cúlpese ud. mismo. Ud. es un tipo políticamente incorrecto, un fuera de la moda, un destructor de la libre empresa, un lumpenproletariat que ignora los ideales siempre jóvenes de un pueblo evolutivo y progresista. Ud. debería estar preso por lo que hizo el aquél colectivo cuando era un pibe con revólver y placa. Lesa humanidad, imprescriptible, un abuso de la fuerza y del poder apañado por un juez cavernario seguramente de esos de Dios, Patria y Hogar aunque ud. no lo cuente en su relato. Si por mí fuera lo haría juzgar por un jurado imparcial y distinguido más allá de toda sospecha: Luis Eduardo Duhalde, Flor de la V. y Nilda Garré. Bien compensado: Un hombre, una mujer y algo que nunca se sabe qué es. (Bah, lo se, pero la palabra no se puede poner en una nota. Antes los llamaban putos, ahora son derechos – humanos – habientes – exclusivos), de lo más moderno, progre y extraordinario que se puede juntar en el país que tiene como capital la que también es Capital Internacional del Orgullo Alegre y un inolvidable obelisco enforrado rossé.

De alguna manera hay que pararlo a ud. No ceja, pese a su retiro de la fuerza policial, en su manía de entorpecer el crecimiento de la actividad económica del país. Ud. es un dañino formal e ilustrado. ¿Qué tiene en contra del narcotráfico y de la guerrilla? ¿Acaso no entiende que el futuro de América pasa por allí? Revise la historia reciente. ¿Quién es el presidente del país más rico en recursos naturales? Hugo Chávez. Es aliado estratégico y socio comercial de las FARC. ¿Quién el presidente femme-reelecto con mayor aceptación popular según las encuestas en el continente? Néstor Carlos Kirchner, amigo de Chávez, su benefactor. ¿Qué los une?: El socialismo nariguetero, ¿así se dice?, sin el cual no habría tren bala entre Buenos Aires, Rosario y Córdoba entre tantas otras bondades y SANCOR hubiera cerrado.

Ud. tendría que estar preso en Marcos Paz junto a Carlos Menem, otro tipo peligroso que quería la pena de muerte para los narcos. Y si no estuvieran muertos también con Sacheri, Rucci y Mons. Plaza y… ¡a confesarse con von Wernich! ¡Joder!

Weckesser, escuche todo el día a León Gieco y “Los Pibes Chorros”, lea a Gramsci, haga un retiro espiritual en Spartacus y conviértase de una buena vez y déjese de embromar con su sanata anti droga, pro familia, con eso del orden y del respeto a la ley. La ley se cambia a gusto o se ignora, la ley es para el hombre y no el hombre para la ley. ¿Vio que el Evangelio da para todo? Eso es modernidad. La familia está en definición hoy desde las nuevas modalidades de matrimonio. La droga es un artículo de consumo más (lea el libro de su colega el ComGral Luis Glanzino, “Poder, Justicia y Drogas” y verá como todo concluye en ella). Todo cambia ahora, todo evoluciona. No se quede en el mono, avance. Se lo digo de onda.

Haga como yo, enrolle la cola debajo del pantalón, depílese el cuerpo y olvídese de las bananas.

Hasta la próxima, si hay.

JC


* * *Estimado lector:
Habrá adivinado ud. que esta no es una carta en serio. Si no lo hizo, nunca más entre a este diario. Su navegador está equivocándose en la búsqueda o ud. pavea en la Net.
Weckesser, ¿Ud. me interpreta, no?
Estoy harto de ser fino en el lenguaje, de buscar palabras que no sacudan, de mantener el equilibrio periodístico. Estoy harto de luchar con armas flácidas mientras la tarada esa de la Bonafini se despacha como quiere ante las cámaras de todos los medios nacionales y recibe un besito y un cheque de Cristina.
Estoy harto de, en nombre de la decencia y de la falsa prudencia, no llamar las cosas por su nombre.
Lo abrazo:
JC

La nota que origina esta con la firma de Weckesser está publicada en este diario, su link es Los terroristas mataron a mi esposa... ¿por que?

16 Ene 08


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