martes, 8 de enero de 2008

DEBATE

Despunta otro debate histórico
Angel Anaya - Columnista. " /> La histórica Plaza de Mayo puede ser el espacio para las nuevas realidades políticas de la Ciudad Autónoma. Macri intentará afianzar su poder apuntando al año 2011. Por Angel Anaya - Columnista.
BUENOS AIRES.- La Plaza de Mayo está dando señales inequívocas de que puede ser nuevamente el espacio donde se libre otro de los debates históricos tras los cuales se produjeron nuevas realidades políticas. El detonante ha sido tan simple como la intervención de la obra social municipal y la caducidad de unos miles de contratos laborales vencidos que afectan a un importante grupo sindical con poderío excluyente en la Ciudad Autónoma. Tradicionalmente, esa dirigencia “injubilable” fue más poderosa en los hechos que los propios intendentes y los gobiernos federales, pero en esta ocasión, el nuevo jefe comunal, Mauricio Macri, ha seguido con su topadora invocando el 62% del electorado y anuncia que no cederá un ápice para cumplir sus compromisos de las urnas. En el ombligo del poder se está comprendiendo al fin, como tantos observadores, la conducta preelectoral de Macri, quien se mantuvo pertinazmente abstemio de apoyar a cualquier otro binomio presidencial. “Mi preocupación son los vecinos de Buenos Aires”, repitió escondiéndose como el caracol, inclusive de los frustrados acosos de Ricardo López Murphy. Hoy, el jefe de la Ciudad Autónoma tiene finalmente definido el perfil de un futuro aspirante a la otra orilla de la Plaza de Mayo, y comienza a librar su batalla a futuro fortaleciéndose en un electorado muy influyente que, como señalamos aquí días atrás, se manifiesta poderosamente en las constantes encuestas que su staff le suministra desde diferentes barrios porteños. Una Justicia veloz Tan sólo existe un caso parecido en el flamante gobernador socialista de Santa Fe, Hermes Binner, pero este no es obligado a confrontar por estar lejos de la plaza histórica, ni dispone de los recursos fiscales que le aporta el distrito federal y que Macri no repara en elevar entre un electorado del nivel porteño. La dureza con que el alcalde respondió tuvo por réplica cierto ablandamiento gremial, incluido el voluntarista de Hugo Moyano. Simultáneamente, la Justicia de la Ciudad sorprendía sancionando a 11 sindicalistas de la Uocra a seis meses de trabajos solidarios por los 39 cortes de tránsito una semana atrás, lo cual es una alerta de que esos actos pueden tener a partir de ahora reacciones adecuadas. En las próximas horas se podrá observar la marcha de ese proceso que tiene por escenario nacional nada menos que la encrucijada del poder. La Ciudad tiene un Código Contravencional cuya aprobación había provocado un cerco y virtual asalto a la Legislatura hace tres años, pero Mauricio Macri está dispuesto a aplicarlo, lo que no hicieron sus antecesores. En esta oportunidad, no fue menester, pues jueza y fiscal se encargaron de ello con velocidad inusitada en el caso de la Uocra. Claro que fue menester que el jefe del Gabinete nacional, Alberto Fernández, calificara de “intolerable” la extraña operación de los albañiles. (De nuestra Sucursal)

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