LA IGLESIA, ¿ MAYORÍA IGNORADA ?

El progresismo avanza sobre la sociedad instalando nuevos paradigmas.
En la Nación preocupa a la Iglesia su participación o no en la concertación kristiniana, en Santa Fe la Universidad Católica no es suficientemente confiable, parece.
La excepción: Hugo Storero.

Por Juan Carlos Sánchez

Tiempo atrás advertimos desde estas líneas que el proyecto político de la UNL (Universidad Nacional del Litoral – Santa Fe) es arrollador. También que el progresismo que encarna el socialismo que gobierna la provincia no es meramente declarativo sino que tiene firmes y profundos compromisos con colectivos sociales extremos y minoritarios.

Nos referimos también en algunas notas a la pérdida de protagonismo que sufriría la Universidad Católica de Santa Fe frente a la casa de estudios laica y oficial, la UNL. La modificación en el proceso de elección de magistrados para la justicia santafesina dispuesto por el Decreto Nº 164 firmado hace horas por el gobernador Binner lo demuestra.
En él participarán las facultades de Derecho de las universidades nacionales a las que se suman los colegios de abogados y de magistrados, con exclusión de la Corte Suprema de Justicia y del Poder Legislativo y del Secretario de Justicia que si bien presidirá el Consejo de la Magistratura, no tendrá voz ni voto en la etapa evaluativa, primer y decisorio filtro.
De lo que es fácil deducir que los futuros jueces santafesinos serán egresados de las universidades públicas o al menos que pensarán el paralelo con las ideas sostenidas por esas casas de altos estudios.

¡Los abogados al poder! Parece ser el slogan de esta nueva etapa. Y si ex alumnos de la UNL, mejor aún.
Esto consiente la sospecha que en temas fuertes para la sociedad como el aborto, la complicidad en el homicidio de nacituros que no denunciarán los hospitales públicos donde concurran a atenderse las madres que mataron sus hijos y sufren consecuencias en su salud -tal como adelantó el Ministro de Salud siendo avalado por el Gobernador Binner-, las uniones anormales homo o lésbicas, los derechos humanos selectivos para colectivos minoritarios y otros temas, las sentencias de los jueces serán complacientes a esta ideología. No es novedad, en los juicios por los presuntos crímenes de la represión (ya comentamos el mamarracho jurídico que es el juicio llevado a cabo en Santa Fe y lo haremos con las novedades producidas en los últimos días en próximas notas), el absurdo parece ser la constante.

Un aliado espiritual de la Nueva Argentina, el presidente español Zapatero, sostuvo que “son una minoría” pero encomió el triunfo que significa para la sociedad la norma que permite las uniones anormales tipo matrimonio. En esa moda estamos y veremos como se expresan por sus sentencias los jueces que tendrá Santa Fe.

A todo esto la Universidad Católica de Santa Fe, única casa de altos estudios privada de la Provincia, queda afuera de toda participación.
¿No son confiables en esta cualificación del procedimiento de elección de jueces los egresados de la UCSF?
La realidad parece indicarnos otra realidad: El Arq. Hugo Storero, actual Ministro de Obras Públicas y que ocupó variados cargos en la administración municipal y nacional, es egresado de la UCSF.
Storero además fue Rector de la UNL elegido en dos oportunidades. ¿Un préstamo de la UCSF ante la carencia de egresados propios para regir su propia casa? Claro que para muestra no parece que baste un botón.


Apariencias que engañan

Considerando el gobierno provincial, el municipal de la capital y de Rosario y otros de interior como un conglomerado político al que se suma la UNL (aunque bien puede aceptarse a esta como el motor del cambio en el centro norte provincial), no existiría en los hechos ninguna separación entre el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial ya que quienes tomarán las decisiones será, en definitiva, lactantes de una misma teta.
La nueva norma firmada por Binner puede ser una concesión a los colectivos universitarios estatales y también una claudicación.

Esta especie culta de discriminación no formó parte del discurso del Gobernador durante su lago caminar hacia la Casa Gris. Este elitismo ilustrado tampoco. Posiblemente tengamos más sorpresas con el transcurrir del tiempo y podamos ver que, tal como también lo anticipamos en notas anteriores, el socialismo es más neurótico que doctrinario y que el valor del saber es más considerado que el del ser. De allí a avanzar hacia la distinción entre rubios y morochos hay un paso, Rosario algo de esto sabe.

Porque aunque podamos admitir que la cualificación del organismo selector de magistrados no es una mala medida, la exclusión de la experiencia (la Corte Suprema de Justicia) y del pueblo común (el Poder Legislativo y por ende, la oposición, como corresponde en gobiernos autoritarios o de círculos cerrados) no termina de satisfacer. Ninguna República prosperó con élites, se desnaturalizó y terminó en el caos. Roma lo vivió en tiempos del dictador Lucio Cornelio Sila y advino el Imperio, en los tiempos póstumos de la dictadura la Fuerza Aérea Argentina propuso el voto calificado para el retorno a la democracia. Malos paradigmas para un gobierno plural y progresista.

Gobierno que copia fielmente al gobierno nacional y esto pone en duda la independencia del Estado santafesino.
Es preocupación de los obispos si la Iglesia será invitada a participar de la concertación social y plural que pregona la jefa de Estado como “leitmotiv” de su gestión. De no serlo, ¿cuál será el marco ético de dicha concertación? Quizá no pase de simple amontonamiento, copia fiel del primer período de gobierno K encabezado por el Primer Damo Argentino y garante de las relaciones carnales con las FARC.


La Iglesia, mayoría ignorada

Hermes Binner recibió variados y valiosos apoyos a su candidatura desde sectores provenientes de la UCSF, ya lo dijimos anteriormente en este diario. A su vez y devolviendo la gentileza, elogió a la casa de altos estudios lo que no le impidió olvidarla al momento de darle la participación merecida en este asunto en cuestión. También lo dijimos: La elección ya fue ganada y las herramientas para llegar al poder no son las mismas que para conservarlo. Ahora viene el tiempo de descartes y de nuevas incorporaciones.

No es menor el dato de que en el juramento de los ministros de Binner y de los funcionarios de Barletta el gran ausente fue Dios. En fin, Él lo sabe y sonríe. Ya verán.

Tras estas señales de progresismo plural, la provincia sigue transitando la inmovilidad.
Habrá que dejarlos caminar para ver de que lado renguean.


Diario7
31 Dic 07