martes, 15 de enero de 2008

SECRETOS DE ALCOBA

CIUDAD DE BUENOS AIRES (El Cronista) - En silencio y con un perfil extremadamente bajo en la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía se preparan para lo que será el lanzamiento del primer bono de la administración de Cristina Fernández de Kirchner, que podría ver la luz el mes próximo.
El jefe de esa dependencia, Hugo Secondini, estuvo en las últimas dos semanas repasando pormenorizadamente el cronograma de vencimientos de deuda del año. La intención es confeccionar una suerte de “tablita de emisiones” de bonos o un fixture de colocaciones en el mercado, a fin de darle previsibilidad y transparencia en la información a los inversores.
Según pudo confirmar El Cronista, como primer paso en el Gobierno estudian realizar una emisión de un bono en dólares durante febrero. Sería por un monto menor, para dar una señal al mercado.
Varios bancos de inversión se reunieron en las últimas semanas con funcionarios del Ministerio de Economía para acercarles su interés por los títulos argentinos. Entre ellos, el Citi y Barclays. Es que aun con los golpes que recibieron los bonos locales por la crisis financiera mundial y otros temas, como el INDEC, hoy brindan un rendimiento en torno a 10% y con perspectivas sólidas en términos de la salud de la economía en general. Los inversores evalúan que más allá de los fantasmas de la inflación y la crisis energética, en líneas generales el país se encamina hacia dos o tres años más de crecimiento elevado, motorizado por el extraordinario precio de los commodities agropecuarios que exporta el país y el boom del consumo interno.
En el equipo de Martín Lousteau confían en que, pese a la inestabilidad financiera internacional, la Argentina podrá obtener financiamiento fácilmente, ya que “existe un gran interés en los mercados emergentes”. Incluso creen que, si todo marcha sobre carriles, promediado el año las tasas podrían comenzar a bajar debido a que 2008 no es un año electoral como lo fue el anterior.
Este año vencen alrededor de US$ 6.000 millones, pero con mayores desembolsos en la segunda mitad de 2008. Hasta junio operan pagos por u$s 2.000 millones. Por ahora en Economía están tranquilos. Las recientes colocaciones de bonos a la ANSES, sumando a algunos préstamos adicionales de otras dependencias públicas y las colocaciones de títulos a Venezuela dieron aire a la caja oficial para arrancar el año sin mayores sobresaltos.
En tanto, salir abiertamente a los mercados internacionales continua siendo una opción vedada para el país, ante el riesgo de que la operación sean embargada o bloqueada por los acreedores que no ingresaron al canje de deuda cerrado en 2005, para cobrarse sus bonos aun en default. La semana pasada varios países de América latina aprovecharon un hueco en las turbulencias financieras internacionales para salir a colocar deuda. Por ejemplo, el martes último Colombia emitió dos bonos en dólares (uno convencimiento en 2017 y el otro en 2037) por u$s 1.000 millones. Pagó la tasa más baja de su historia para este tipo de títulos: 5,99% y con una demanda que superó en 40% el monto ofrecido.
Por su parte, México colocó el mismo día un bono global por u$s 1.500 millones y a 32 años, el plazo más amplio en que haya emitido un título este país. Los inversores le pidieron un rendimiento de apenas 6,05% con una demanda que duplicó la oferta.
Para completar el panorama Perú anunció que en marzo subastará un título para cancelar anticipadamente los bonos del plan Brady. Así lo anticipó el ministro de Economía de ese país, Luis Carranza.

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