jueves, 8 de abril de 2010

PORTACIÓN DE CARA


LA BIEN DENOMINADA Y HOY NEGADA… “PORTACIÓN DE CARA”



Le va a resultar antipático lo que le voy a decir. De todas maneras, escribo para decirle lo que siento y pienso, no pasa por mi ánimo el resultarle más o menos simpático o antipático. Sí trataré de ser lo más claro y objetivo posible, para no dar lugar a malas interpretaciones o que alguien se sienta ofendido.

Sr., Sra., LA PORTACIÓN DE CARA, EXISTE. ¡Espere, espere!; no se vaya y cuando menos permita que se lo explique. Por otra parte, Ud. y yo sabemos perfectamente bien que toda regla tiene su excepción. ¿Más tranquilo o tranquila?

Le voy a atacar entonces, por donde menos lo imagina; eso sí, le pido que se sincere conmigo, del mismo modo que lo hago con Ud. ¿No se dijo o dijo a alguien alguna vez, ”la cara de ese tipo no me gusta"?. Sí, definitivamente, alguna vez lo dijo. Le hago otra pregunta; ¿esa expresión tenía alguna connotación sexual o era simplemente “una impresión”?. ¡Claro!; lo imaginaba…era una simple impresión que no consigue “definir exactamente”. Es un buen comienzo; ahora puede que tenga el camino de la explicación un poco más allanado. Permítame entonces que le formule una tercera y última pregunta…¿Ud. pertenece a alguna fuerza de seguridad o policial y abrazó la carrera con profunda vocación de servicio, contando además con varios años de experiencia?. Larga la pregunta…sí; no tan larga como ésta gestión de gobierno que parece infinita, pero larga. Traté simplemente de ser lo suficientemente “abarcativo”. Me dice que no perteneció ni pertenece, bien.

La denominada PORTACION DE CARA, no comprende solamente al rostro del “candidato”. Nada tiene que ver con lo agraciado o poco agraciado que éste sea. Tampoco y contra lo que algunos esgrimen para descalificar el concepto, con el color de la piel de esa cara. Comprende además, “su comportamiento”. El comportamiento, incluye “tiempo que “esa cara” permanece en determinado lugar” sin aparente necesidad; persistente observación que la cara hace sobre un objeto o cosa; gestos o ademanes que repite -sin que se trate de un “tic”-, y hagan suponer la comunicación a distancia con un tercero; resultar esa cara, “familiar” al efectivo policial con experiencia y criterio…¡no olvide por favor, esta palabra; criterio!; agréguele la “cara del merodeo”, esa que tanto Ud. como yo, vemos a diario deambular sin rumbo fijo, deteniéndose frente a la vidriera de algún comercio, pero mirando “hacia adentro”, como tratando de adivinar “como se mueve la caja”. Y así podría extenderme en una serie de consideraciones más, que hacen posible la PORTACION DE CARA. Le digo más; si ese policía interroga e identifica debidamente al “portador”, y se trata de un simple “perejil” que está esperando a la novia, mal puede llegar a sentirse humillado o “DISCRIMINADO”, palabra de uso frecuente e indiscriminado. Deberá o debería entender que todo tiene que ver con la seguridad de todos y hasta la de él mismo. Me quedo definitivamente con el “deberá”, porque de otra manera, va a ser imposible llevar a la práctica, la tan ausente tarea de PREVENCIÓN, que hace posible y hasta promueve la comisión de todo ilícito, que incluye la “mano criminal”, de la que seguimos siendo azorados testigos y encomendados a Dios para no ser la víctima de turno. ¡Sí, tiene razón!, me vuelvo a ir un poco por las ramas; es una característica, sepa disimular.

Para terminar, le digo; la portación de cara, incluye obviamente “las portaciones simultáneas de caras”, esas que se reúnen en la esquina de su barrio sin ser vecinos de su barrio. Esas a las que Ud. tanto teme…¡espere, espere!, acá no se trata de “hacerse el guapo”. Lo único que va a conseguir, es llevarse puesta una verdadera golpiza o lo que es peor aún, una bala.

Debo corregirme porque necesariamente debo formularle una cuarta pregunta; ¿tiene un poco más claro ahora el concepto de PORTACIÓN DE CARA? Me dice que no. ¡Ah!, entiendo; me dice también que días pasados “lo pararon” cuando Ud. no se corresponde con ninguna de las citas que le hiciera. Le confieso que me cuesta creerle. Ocurre que hoy por hoy, “no paran a nadie”. No obstante, le concedo el beneficio de la duda y le reitero; “toda regla, tiene su excepción”. HASTA PRONTO.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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