sábado, 2 de abril de 2011

CABO SUELTO


NO TODO ESTÁ BAJO CONTROL

El exhorto suizo, un cabo suelto en el pacto negro CFK-Moyano

Por Guillermo Cherashny

El gobierno acaba de negociar una agenda completa con Hugo Moyano, integrada por la pauta salarial, la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, el bloqueo a Clarín y, obviamente, la extensión de la impunidad judicial al dirigente camionero. Pero quedó un cabo suelto, que es el famoso exhorto del ministerio fiscal suizo, en el que ahora es competente el juez federal Ariel Lijo. Oyarbide quedó fuera del tema y ahora se postula como el “Baltazar Garzón argentino”, porque aplicó la jurisdicción internacional sobre los derechos humanos y condenó en un fallo el genocidio armenio por parte de los turcos en 1915. Una extraña iniciativa que seguramente le traerá nuevos dolores de cabeza al gobierno argentino. No se trata de una novedad, porque en mayo del año pasado Mauricio Macri se negó a autorizar la construcción de una estatua de Mustafá Kemal Ataturk, el líder otomano que impuso el laicismo y reformas liberales en su país. A raíz de esto, el premier turco Tayyip Erdogan suspendió su viaje a Buenos Aires.

La clave es Cavallo

Volviendo al cabo suelto que quedó luego del “pacto negro” de CFK-Moyano, el mismo se origina en la denuncia de Ricardo Monner Sans contra el líder camionero por lavado de dinero en una cuenta suiza a nombre de Rubén Depresbiteris, dueño de Covelia, de quien se sospecha seriamente que es testaferro de aquél. La causa recayó en el juez federal Ariel Lijo, quien libró un oficio a la UIF para que el titular de ésta, Julio Sbatella, le conteste si los movimientos bancarios de los Moyano (Hugo y Pablo) tienen relación con los de Covelia. Además, el lunes retomará la causa el fiscal Luis Rivolo, que estaba de licencia y que se destacó por descubrir en la causa Lapa las relaciones entre la Fuerza Aérea y las compañías privadas de aviación.

En la reunión de ayer, donde se bajó el mínimo no imponible para la cuarta categoría, Moyano lo consultó a Carlos Zannini sobre el juez que le tocó en suerte. El Secretario Legal y Técnico de la Presidencia le habría contestado: “Mirá, Hugo, a Gabriel Lijo no lo controlamos. Es el cuñado del ex camarista Gabriel Cavallo, que está de pica con nosotros porque lo obligamos a renunciar”. Pero además Zannini habría aconsejado al camionero que en esta causa deje de lado a su abogado Daniel Llermanos y contrate a Gabriel Cavallo o al hermano de Lijo. Éste, luego de trabajar con Cavallo, tiene ahora otro estudio. Ambos son caros, pero los mejores. Moyano habría empezado a respirar tranquilo, luego de que la tapa de La Nación lo pusiera realmente nervioso.

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