domingo, 3 de abril de 2011

CRISTINISMO A LA BARTOLA


EL GOBIERNO SE RADICALIZARÁ RÁPIDAMENTE

El “cristinismo” no existe, pues la Presidente exige que le aseguren el triunfo en una primera vuelta, lo que es imposible. Hasta Ricardo Alfonsín podría relegarla a un tercer lugar. Aumentará el ataque al campo, pues los “viejos idealistas” creen que es redituable. Lo mismo respecto de los ataques antinorteamericanos. Traen en camiones a manifestantes “revolucionarios”. Como lo anticipamos, crece el delito común. Pese al documento conjunto, la mayor parte de los políticos sigue distraída y no afronta ni menciona los problemas fundamentales.

Por Carlos Manuel Acuña

Determinado por sus necesidades políticas y la búsqueda de una mejor posibilidad electoral, el gobierno de Cristina Fernández radicalizará -en el peor sentido del término- sus actos públicos de manera directa e indirecta. La primera consiste en una serie de medidas para agredir a quienes considera sus enemigos de siempre y la segunda, mediante concentraciones, marchas de protesta y la puesta en el escenario de personajes claramente identificados con quienes fueron actores del extremismo ideológico y armado de los años setenta. Así, ha sucedido con el insólito premio a la libertad de prensa otorgado oficialmente al presidente Hugo Chávez, con el agregado de que para darle un mayor contenido el galardón llevaba el nombre de uno de los principales ideólogos y planificadores estratégicos de los montoneros, Rodolfo Walsh. Éste fue nada más y nada menos que el jefe de inteligencia de la banda, secundado por quien sería su heredero en ese cargo, Horacio Verbitsky, hoy convertido en un abierto y público asesor político de la Casa Rosada. Ambos, son responsables de la organización de atentados que provocaron numerosas muertes, afirmación ésta que ya no causa escozor alguno lo que da una buena medida de los tiempos que vivimos. Los políticos siguen distraídos y concentrados exclusivamente en sus posibilidades personales y a la opinión pública se la margina expresamente de estos temas. Así ocurrió antes y así vuelve a repetirse.

Lo que dejamos dicho es toda una definición y parece que no son muchos los que la toman en cuenta. Anteayer, pequeños grupos de “revolucionarios” traídos en camiones a distintos lugares de la ciudad, marcharon por las calles céntricas y pintarrajearon las paredes con la estrella del ERP, en tanto otros miraban amenazantes a los curiosos que se asomaban a los balcones. Los mayores habrán recordado otras épocas anticipadoras de la violencia que vivimos y los más jóvenes, apenas interesados en lo que ocurría, seguramente no relacionaron la experiencia de esos años que no vivieron ni se imaginan el sentido premonitorio de lo que veían y escuchaban. Ayer volvió a suceder lo mismo, con la acotación de que los camiones en que llegaron los visitantes -especialmente a las cercanías de la embajada Británica- lo hicieron sin disimulo en tanto la custodia policial sí resultó evidente.

Para darle un matiz nacionalista a sus consignas, debajo de las banderas coloradas y la cara del Che Guevara que levantaban emblemáticamente, habían esgrimido recordatorios de la fecha que marcó un nuevo aniversario de la reconquista de las Islas Malvinas y se puso en evidencia el intento de identificar ese nacionalismo simpático a todos los argentinos con la doctrina extremista y antihistórica que esgrimen para proyectarla hacia el futuro. Lo que explicamos es nada más que una pequeña parte de lo que está en marcha. Los asesores de Cristina que insisten en mantener su candidatura, quieren darle un sentido triunfalista al proyecto y como todos, están a la espera de los resultados de las internas partidarias, especialmente la de hoy en la Capital Federal que es más simbólicas que otra cosa, pero que servirá para respaldar a uno de los principales competidores de octubre: Eduardo Alberto Duhalde.

Si las proyecciones de éste avanzan con definiciones taxativas sobre los principales problemas del país, el escenario comenzará a clarificarse, un tema más que importante para saber si Cristina se presentará o no. Ella no quiere pues su asesor en las sombras -aunque cada vez más visible- Carlos Bettini, sabe que ni por asomo llegará al 40 por ciento de los votos necesarios y que por lo tanto deberá preparar la retirada. Ya lo dijimos varias veces pero el manejo propagandístico lo tiene la otra parte del gobierno y todo sigue adelante como éstos quieren. Entonces hagamos la pregunta fundamental: ¿Que sucederá si Cristina rompe el cerco y pega el portazo...? El Frente para la Victoria se queda sin candidato y el devenir es uno solo: la derrota en todos los distritos, el inicio de una nueva etapa signada por las acciones judiciales que ya están en precalentamiento y el surgimiento de una nueva etapa -política e institucional- que ya se vislumbra.

También lo saben los Verbitsky, los Zannini, los Parrilli y la docena de activistas -por así llamarlos- que como en los setenta, creen “a pie y juntillas” que el camino de la izquierda es popular y atractivo. Es curioso: algunos de estos personajes son inteligentes pero siguen en lo mismo e insistirán con aquello de la “radicalización” sin entender que además de las clases medias, las populares tampoco quieren la violencia y una azarosa perspectiva, por lo que para ganar una elección -todas las elecciones- es necesario hacerles una oferta de moderación y crecimiento, de tranquilidad, propiedad y derecho, con códigos estables y seguros, sin delitos agobiantes y cotidianos y con inversiones que generen fuentes de trabajo y riqueza.

Por lo contrario, como si fuera una manía infantil y primitiva, insisten en atacar, por ejemplo y por simple venganza, al campo sin distingos y con curiosidades que son incumplibles e inaceptables. La más directa es la presión fiscal pero también aplican medidas de imposible cumplimiento como aquellas exigencias que, por escrito, reclama la AFIP en lo que hace al día, la hora de la cosecha, el nombre de los camioneros transportadores de granos o de ganados, de los peones a sueldo o jornaleros, tractoristas y todo personal interviniente sin explicación racional alguna... ¡y hasta el de los contadores de cualquiera de aquellos que intervienen en el proceso...!

Por lo que sabemos, ya existen inspectores que se apersonan en los establecimientos para certificar estos datos, con las consiguientes molestias para quienes están dedicados a controlar la humedad, mirar al cielo para evaluar la posibilidad de lluvias, apurarse para anticiparse a cualquier granizo que el clima ha puesto de moda, sacar cuentas para pagar los combustibles que suben día a día y discutir con los mecánicos o gomeros para ser asistidos ante los percances lógicos y habituales de esta actividad que tanto depende de otros y ofrece múltiples fuentes de trabajo. Atacar al campo por arcaicas razones ideológicas es algo así como “matar la gallina de los huevos de oro” y simultáneamente extender el malestar a los sectores urbanos que ahora respaldan a la actividad agropecuaria de la que subsisten. Es realmente extraño que esto suceda en vísperas de elecciones y concurrentemente la ceguera y el desconocimiento impulsan otras movidas. Por ejemplo, tratar de romper la Mesa de Enlace mientras se conversa bajo cuerda con el titular de la Federación Agraria, tentándolo con un proyecto de reforma agropecuaria para el futuro cercano; hacerlo es ignorar que Buzzi tiene serios problemas dentro de su propia Institución y que en ninguna son aceptables reformas atentatorias a la producción, la propiedad y la libertad de comerciar, todo esto a la luz de una tecnología que avanza a pasos agigantados y que sin duda será uno de los ejes de la recuperación de la Republica. Y decimos esto pese a que sabemos que la izquierda, aunque pierda, hará lo indecible para no abandonar el poder.

Como lo saben nuestros lectores -todavía sin detalles- esto ya está en preparación en base a lo que comentamos pero concurrentemente se intentará avanzar con señales antinorteamericanas para levantar banderas emotivas que, esperan, le dará a los “viejos idealistas” una capacidad de maniobra tendiente a captar simpatías electorales que de todos modos, serán sometidas a encuestas que Cristina tomará como decisivas para presentarse. Esta especie de “Braden o Perón” sin Braden ni Perón suena más que difícil y ha sido una de las razones de la insólita invitación a Chávez y del todavía más insólito premio que se organizó para ungirlo como campeón del periodismo y lo mismo podemos decir del episodio previo del avión en Ezeiza, donde Timermancito tuvo un proceder tan torpe que sólo será mantenido en el cargo si cumple con la exigencia de callarse la boca. Otra treta -¿se la puede llamar de otra manera?- es la del pedido de informes del juez Ramos Padilla muy conocido en los estaños porteños, acerca de un presunto agente del FBI que habría llegado al país para investigar un supuesto caso de pedofilia ocurrido en Córdoba.

Este es el nivel de las ocurrencias tácticas desplegadas por la Casa Rosada o mejor dicho por algunas oficinas que allí funcionan, en tanto la presencia, importancia o como quiera llamarse al inexistente papel externo de la República, es un fiel reflejo de lo que ocurre internamente, donde la Policía dejó de serlo y a la Gendarmería se la retiró de las fronteras por donde va y viene la droga, para que sus hombres labren boletas de tránsito en las rutas o estén presentes -eso sí, sin armas- en los conflictos que generan los ocupas utilizados como otro instrumento para generar una situación que frente a la caída electoral, justifique cualquier cosa.

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