miércoles, 20 de abril de 2011

LAVARSE EL CULO


ADOLFO BUR, DIRECTOR DEL COLEGIO ILLIA DE CARLOS PAZ
Ud. tiene razón, los alumnos del Pellegrini todavía deben "aprender a lavarse el culo"

No tengo la menor idea quién es Adolfo Bur pero como ex alumno del colegio Carlos Pellegrini y egresado universitario, coincido con su postura.

por JORGE HÉCTOR SANTOS

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). En la época que estudié en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, ingresar y egresar de esa alta casa de estudios no solo era un orgullo sino que era un verdadero pasaporte a la Facultad en mejores condiciones que el resto del alumnado, además de un mérito enorme a lo hora de tratar de conseguir un trabajo.

Hace tiempo, la decadencia en que ha entrado la educación pública argentina, no ha impedido que la misma caiga sobre los 2 colegios más renombrados de la Argentina, el Colegio Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini, ambos dependientes de la UBA.

El nivel de docentes no hace gala de quienes los precedieron en la mayoría de los casos, los alumnos tienen un comportamiento que empaña la historia académica y la política (el partido Obrero) se ha adueñado, al menos del Pellegrini, y alimenta los desbordes continuos que ponen en ridículo a docentes, padres y autoridades universitarias.

La rifa que se ha hecho del orden lógico en el país se apoderó del edificio de la calle Marcelo T. de Alvear y los alumnos toman el colegio como si se tratara de un juego de mal gusto. En un colegio no hay democracia posible. Los alumnos van a cumplir normas de conducta y si las alteran, no las respetan deben ser sancionados, inclusive con su expulsión.

Un colegio no tiene una convivencia democrática y menos la democracia que se vive hoy en la Argentina donde cualquiera viola la ley y no respeta los derechos del otro, incluso los que gobiernan.

Un colegio como toda sociedad organizada debe respetar las normas establecidas. Los alumnos bajo ninguna circunstancia pueden tomar las aulas. Quienes lo hagan deben ser severamente castigados. Pese a quien le pesare.

La hipocresía de estos tiempos donde la palabra represión quiere asimilarse a violación de derechos humanos hace que un docente cordobés que es director de un colegio vaya a ser fuertemente criticado, como quien escribe, porque se ha atrevido a decir que los alumnos del Pellegrini todavía deben "aprender a lavarse el culo".

Sí señor, chicos a los que aún es resta aprender enseñanzas fundamentales toman el colegio porque no están de acuerdo con las formas en que se eligió por parte del rector del establecimiento a determinados profesores. El orden lógico de las cosas no puede estar más lejos del lugar donde deberían estar.

Si el rector no cumplió su cometido quien debe analizarlo son las autoridades de la Universidad de la cual depende el Pellegrini, no los alumnos, tampoco los otros docentes y menos los padres que apoyen la actitud de sus hijos.

Adolfo Bur, el director del colegio Arturo Íllia de Carlos Paz, Córdoba, sostuvo que antes de protestar (los alumnos del Pellegrini) tienen que saber responder sobre sus actos y los tildó de "mocosos".

Sí, profesor Bur, Ud. tiene razón aunque en la Argentina que se vive esto suene atentar contra los derechos humanos (¿?).

La sociedad debe funcionar disciplinadamente para poder funcionar, y un colegio es una sociedad donde no impera la democracia. Sí el respeto, pero los primeros que deben observar ese respeto son los alumnos.

El profesor Bur, según se recuerda, el año pasado había propuesto sacar a los estudiantes que toman colegios "de un buen patadón en el culo".

Esa expresión debe interpretarse como una figura que indica que quienes tomen un colegio, que es un edificio público, deben ser suspendidos o expulsados del mismo.

Avergüenza asistir al presente que se vive en el país donde el sentido común del orden que debe imperar y de respeto a la ley se ha perdido y, lamentablemente, no solo en el Carlos Pellegrini.

Si Ud. no está de acuerdo con lo expresado, lo invito a que reflexione sobre lo que le sucede todos los días: los delincuentes, por falta del respeto del orden público que debe salvaguardar el gobierno nacional, han tomado las calles y Ud. está preso en su casa.

Entonces, Ud. no les daría un “patadón a los delincuentes” y les diría a los funcionarios que no saben o no quieren cumplir con su deber “que deben aprender a lavarse el culo”.

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