miércoles, 7 de abril de 2010

LA SARMIENTA


"Me siento la Sarmienta del Bicentenario", afirmó la jefa de Estado.



"One laptop per child" y por eso hoy se anunciará el objetivo: todos los alumnos secundarios de escuelas públicas tendrán su computadora portátil.



La Presidenta se comparó con Sarmiento al anunciar el plan de netbooks para alumnos, un flagrante recurso de campaña para el 2011.



En eso no tiene prejuicios. Primero se comparaba con Evita y hasta le imitaba el tono de voz en sus discursos crispados impostando un dramatismo que no le llegó a prosperar.



Si se las compara a ambas podemos apreciar que son diametralmente opuestas.



Evita comenzó como artista y luego se dedicó a la política. Cristina comenzó como política y ahora pretende hacerse la artista. Es simple.



No conforme con compararse con Penélope Glamour que es heredera de una fortuna enorme, ¿estará bien de salud Néstor Kirchner?, ahora demuestra sus sueños de bronce al compararse con Sarmiento.


No es la única, hagamos memoria.



“De la Rúa es el Sarmiento del siglo XXI”, dijo sin sonrojarse, hace nueve años, un señor calvo y de ojos celestes llamado Domingo Felipe Cavallo, mientras el país se encaminaba, debido a las políticas económicas que estaba implementando a una crisis social y política sin precedentes en la historia argentina.


Ayer, la presidenta Cristina Kirchner quiso emular a Mingo, y directamente se comparó ella misma con el prócer como un nuevo intento por levantar su imagen tan por el suelo.


Lo que parece una nueva Cristinada es de las tantas a las que estamos acostumbrados a escuchar, pero porqué utilizó la imagen de Sarmiento?



Será que piensa exiliarse en Chile? Será por algunos rasgos físicos parecidos? Será por el mal carácter del sanjuanino? ¿Será por coincidencias ideológicas?


¿Serà porque tanto ella como Sarmiento no pudieron acreditar tìtulos ostentados? Cristina Kirchner como abogada y Sarmiento como maestro?



La historia nos explica que Sarmiento no se llamaba Domingo. Su verdadero nombre era Faustino Valentín Sarmiento y concurrió a la escuela desde 1816 y sale en 1824, con trece años de edad, que su asistencia era perfecta, pero en 1820 fue llevado a Córdoba, y anotado en el Colegio de Montserrat.



Sarmiento dice que “... regresé muy luego, por enfermedades que me atacaron”, pero resulta que en el Catálogo de Alumnos del Colegio Montserrat, publicado por el historiador R. P. Ignacio Grenón, el nombre del niño Sarmiento no figura como inscripto en ese colegio y tampoco en otro importante de la zona.



A Cristina Kirchner puede que Chávez la haga abogada en Venezuela o Castro en Cuba, pero acá Graciela Brunetti, quien ha compartido anécdotas de infancia con la actual Presidente Cristina Fernández de Kirchner, ha opinado: "Miente con su título de abogada, nunca se recibió. Ni siquiera nació en La Plata".



"Cristina nació en Tolosa, en casa de una partera cerca de la casa de mis abuelos. Hubiera sido una chica común y corriente si no hubiera sido por su madre, que quería que ascendiera socialmente. De ahí nacen todas sus inseguridades y, por ende, sus mentiras. Aprendió de su madre a despreciar a su padre, un chofer de colectivo, trabajador, radical y simpatizante de San Lorenzo. Llena de presunciones y complejos, no encajó en ningún grupo social platense. Terminó haciendo carrera en los centros de estudiantes del interior, a los que era fácil conquistar y donde no había competencia, porque las chicas eran más tímidas".



Ojo, ella no era cabecilla ni líder de nada en esa época como le gusta decir, "solamente militaba" aseguró Brunetti.



“El golpe militar la ayudó, cuando tuvieron que huir despavoridos, y no por ser más que militantes rasos, porque los militares y la policía comenzaron a llevarse a todo el mundo. Se refugiaron en una casa en City Bell hasta que Néstor Kirchner se recibió, se casaron, apenas cinco meses después de conocerse, y se fueron al sur. Ella nunca volvió a rendir materias ni nada que se le pareciera... A menos que se haya recibido por ósmosis o Internet, no es abogada". Ella se fue de La Plata y no volvió nunca más" (...)



Además de la contundencia historiadora del R.P Granón invalidando su supuesto tìtulo de maestro, Sarmiento pensaba que el gran problema de la Argentina era el atraso que él sintetizaba con la frase "civilización y barbarie".



Como muchos pensadores de su época, entendía que la civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba en contacto con lo europeo, o sea, lo que para ellos era el progreso.



La barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso, el indio y el gaucho.



Este dilema, según él, solo podía resolverse por el triunfo de la "civilización" sobre la "barbarie". Decía "Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible repugnancia".



En una carta le aconsejaba a Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes."



Lamentablemente el progreso no llegó para todos y muchos "salvajes y bárbaros" pagaron con su vida o su libertad el "delito" de haber nacido indios o de ser gauchos y no tener un empleo fijo.



Sarmiento fue iniciado en la Masonería en Chile en 1854 en la Logia Unión Fraternal de Valparaíso, fue uno de los fundadores y primer Orador de la Logia Unión del Plata Nº 1 de Buenos Aires en 1856.



Cuatro años después, en julio de 1860 tuvo lugar, en el segundo piso del antiguo Teatro Colón de Argentina, una magna Tenida Nacional. En ese encuentro se le otorgó el Grado 33, máximo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA) junto a sus allegados Mitre, Derqui y Urquiza.



La intención principal de este encuentro era llegar a un acuerdo entre Buenos Aires y la Confederación que hasta el momento venían disputándose el poder en la Argentina. La Tenida fue organizada por los miembros del Gran Oriente Argentino, presidido en ese entonces por José Roque Pérez.


Un dato por más elocuente de las fantasías de Sarmiento, es que comienza su libro “ Facundo “, a solo diez años de la muerte del caudillo riojano, cual es la información que posee para hacer la biografía de “...este bárbaro hombre que pobló nuestro suelo”.



Es muy posible que Sarmiento para escribirlo haya consultado a sus amigos, pues por escritos no se pudo asesorar ya que estaba en Chile, se hace entonces más entendible “la consulta con amigos”, que por supuesto eran unitarios y no amigos precisamente de Facundo Quiroga .



Sarmiento escribe “... puede ser muy injusto exterminar salvajes, sofocar civilizaciones nacientes, conquistar pueblos que están en posesión de un terreno privilegiado (...) Caupolicán, Colocolo y Lautaro no son más que unos indios asquerosos, a quienes habríamos hecho colgar ahora, si aparecieran ahora en una guerra de los araucanos contra Chile”.



El maestre de maestres le escribe a Mitre el 20 de septiembre de 1861 “...no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país, la sangre de esta chusma criolla, incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos”.



Lo escrito por Sarmiento en el Facundo toma interés inusitado para la oligarquía liberal y masónica que gobierna el país. El Facundo se convierte en un instrumento de propaganda política e ideológica al necesitar esa oligarquía aniquilar todo vestigio de tradición católica, hispánica y criolla.



Tal como hoy piensan que hay que transformar este país, comenzando por transformar la conciencia de sus habitantes, cambiar sus mentes, borrar de su memoria la verdad del pasado argentino, sobre todo la grandeza moral del gaucho y la libertad y el bienestar de que gozaba.



Decía Sarmiento,”...la poderosa Albión, la enérgica raza inglesa, cuya misión es someter al mundo bárbaro del Asia, África, y nuevos continentes e islas”.



Entre esos nuevos continentes, lógicamente, está América del Sur y nuestro país.



Creo que Sarmiento odiaba al pueblo, era absolutamente antinacional, odiaba asquerosamente a San Martín, sentía un repugnante desprecio por todo lo criollo. Despreciaba a la Patagonia, y pensaba que había que entregársela a Chile.



Y por supuesto celebró la invasión de Inglaterra a las Islas Malvinas.



Sarmiento escribió el 28 de noviembre de 1842 "La Inglaterra se estaciona en las Malvinas. Seamos francos: esta invasión es útil a la civilización y al progreso".



Propiciaba la invasión de EEUU a determinadas provincias, como San Juan, y escribió: "Propicio una colonia yanqui en San Juan y otra en el Chaco hasta convertirse en colonias norteamericanas de habla inglesa (años 1866 y 1868) porque EEUU es el único país culto que existe sobre la tierra". Y se lamentó que hayamos rechazado a los ingleses, en las dos invasiones que intentaron.



Como dije odiaba al pueblo y tenía una visión terrible sobre los desamparados, en el Senado dijo: "El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer". (Discurso en el Senado de Buenos Aires, 13 de Septiembre de 1859)"



Odiaba al pueblo, aunque la visión de pueblo de Sarmiento era exclusivista, Sarmiento era racista, discurso de 1866: "Cuando decimos pueblo, entendemos los notables, activos, inteligentes: clase gobernante. Somos gentes decentes. Patricios a cuya clase pertenecemos nosotros, pues, no ha de verse en nuestra Cámara (Diputados y Senadores) ni gauchos, ni negros, ni pobres. Somos la gente decente, es decir, patriota" (Discurso de 1866).



Cualquier similitud de Sarmiento con la Kirchner es muy notable, por eso Cris lo invoca pareciéndose a él.





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