domingo, 18 de abril de 2010

TUERTO APRETADO


Alberto Fernández y Jaime: ¿Chantajean a los Kirchner?


Muy complicados judicialmente, ambos envían mensajes de advertencia a Olivos.


Por Guillermo Cherashny

Dos causas penales radicadas en el juzgado federal de Norberto Oyarbide pueden traer consecuencias inesperadas para el matrimonio Kirchner. En una de ellas se investiga el supuesto enriquecimiento ilícito del ex secretario de transportes Ricardo Jaime y en la otra la denominada la "mafia de los medicamentos". Ambas están demasiado cerca de la Casa Rosada y de la residencia de Olivos y tuvieron novedades esta semana.

En la caso de Jaime, se lo estaba investigando, pero todavía no había sido procesado. Dos semanas atrás, el juez Oyarbide decidió varios allanamientos a propiedades que se atribuían al ex Secretario de Transporte, sin chequear antes quiénes eran sus dueños. Por ejemplo, dos departamentos que el futbolista Fernando Redondo le alquilaba al funcionario. Sin duda, los allanamientos más resonantes fueron en dos departamentos, donde se incautaron 40.000 euros y dólares, lo que agravó la situación del ex funcionario, que el viernes dio una conferencia de prensa con sus abogados y acusó falsamente de extorsión al periodista Omar Lavieri de Clarín. En ese contexto, dijo lo más importante: que es un cuadro político y que desde hace 27 años milita con Néstor Kirchner. Cordobés de nacimiento, se fue a Santa Cruz durante el proceso y trabó amistad con aquél, por entonces presidente del PJ. Fue después concejal en Caleta Olivia, en la agrupación provincial de Kirchner, y cuando éste llegó a gobernador lo nombró Ministro de Educación de la provincia.

Una relación especial

La relación con su jefe era diferente a la de los demás integrantes del Frente para la Victoria santacruceño. Jaime era el compinche de Néstor para las jodas con minas, en épocas que el pingüino fumaba, jugaba a la ruleta y tomaba whisky Criadores. Así fue que Jaime debió abandonar el Ministerio de Educación por un problema de polleras, pero su relación de compinche con Kirchner nunca se rompió hasta ahora. Cuando se mudó a Córdoba, fue subsecretario de Educación del entonces gobernador José Manuel De la Sota y trabajó también con el actual ministro de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda.

El aviso

Todo indica que se equivocan quienes dicen que Kirchner le soltó la mano a Jaime. Los allanamientos se hicieron a pesar del ex Presidente, que sigue defendiendo a su compinche de la noche. Oyarbide habría pisado el acelerador porque, frente a la magnitud política del procesamiento de Mauricio Macri que está por dictar, su reaseguro político es mostrar que, salomónicamente, también se llevó puesto a un símbolo de la era K como es Jaime.

Éste, entretanto, duda y como los medios machacan con que el gobierno le soltó la mano, habría terminado por sospechar Su reacción fue mandarle un aviso de advertencia a Kirchner. Jaime tiene también otra causa en el juzgado federal de Claudio Bonadío, en la que se lo investiga por dadivas que habría recibido de Claudio Cirigliano, un gran operador de los seguros truchos. Este empresario prospero gracias a Alberto Fernández y Claudio Moroni quienes permitieron la quiebra de LUA, la compañía de seguros que estafo por millones de dólares a miles de beneficiarios. La causa que investiga el tema está en manos del juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Cirigliano después se convirtió, gracias a Jaime y Kirchner, en el rey de los subsidios a los trenes y colectivos y también en el gran recaudador de los retornos de los micros de corta, media y larga distancia. Fuentes muy bien informadas señalan que después de la renuncia de Jaime, Cirigliano entraba a Olivos del 1 al 5 de cada mes portando un maletín con 50 millones de pesos convertidos en billetes de 500 euros para achicar el volumen de la carga.

Secretos de Alberto F.

La otra causa es la denominada mafia de los medicamentos La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones, integrada por Martín Iruzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah, le ordenó a Oyarbide citar a indagatoria a Héctor Capaccioli, ex Superintendente de Seguros de Salud y responsable junto a Alberto Fernández de la recaudación de fondos para la campaña electoral CFK 2007. Quienes conocen a Cappacioli dicen que se aguantara lo que le hagan pero que no piensa entregar a nadie. Actualmente es gerente general de Gambling, la señal de cable sobre juegos y apuestas. El temor en la Casa Rosada es por lo que ocurriría si lo citan a declarar a Alberto Fernández porque lo consideran u n traidor que, si así pudiera salvarse, le echaría toda la culpa al matrimonio Kirchner, Mas ahora que todo el kirchnerismo está convencido que, desde que Alberto F se fue del gobierno, al gobierno -pese a perder el 28j- le va mucho mejor con Aníbal Fernández. También se señala que muchos de los funcionarios colocados por el Fernández ya están trabajando en la oposición. Hasta Guillermo Moreno le echo la culpa del conflicto del campo al ex Jefe de Gabinete, que reaccionó indignado En el gobierno está prohibido defenderlo en público y hasta en privado. Para el kirchnerismo se trata de un traidor oportunista que estuvo con Menem, Duhalde y Kirchner y que después de haber sido el jefe de la Administración Pública durante cinco años, se alejó como si nunca hubiera tenido nada que ver Y encima -dicen- empezó a criticar al gobierno mandándose la parte que es el único ético.

Como prueba de que ve venir la tormenta, Alberto F, estaría abriendo el paraguas en el plano mediático, donde cuenta con una amplia agenda. Así es que Alfredo Leuco se explayó ayer en Perfil con una extensa nota titulada, en la que equipara la persecución a Fernández con la que sufren Julio Cobos, Adriana Bortolozzi. No solo es curiosa la equiparación sino también la acusación de que Aníbal Fernández es el que mueve los hilos de la operación. En una parte de la nota también desliza claramente un mensaje de advertencia a los Kirchner al decir que, si el gobierno prende el ventilador contra su ex Jefe de Gabinete, seria “delicado y peligroso tambien para el matrimonio presidencial”.

Este es el texto:

“El pragmatismo de sumar de todos lados y buscar chivos expiatorios volvió a colocar en el paredón de fusilamiento pingüino a Alberto Fernández, que encabeza el ranking de los traidores, junto a Julio Cobos. Néstor y Cristina fueron instalando de a poco la idea de que ellos son los dueños de todos los aciertos, los padres de las victorias y que Alberto es el responsable de todos los errores. Ya lo señalaron en dos peleas clave: con Clarín y con el campo, por la 125. Pero ahora planifican tirarle el fardo en otro caso mucho más grave porque lo puede obligar a recorrer los Tribunales: el rol de Héctor Capaccioli, Sebastián Gramajo y Hernán Diez como recaudadores de la campaña de Cristina Fernández de Kirchner y su relación con la mafia y el Yabrán de los medicamentos. Estos tres dirigentes serán llamados a declaración indagatoria en una causa sembrada de escuchas telefónicas muy reveladoras, sobre un sistema donde se mezclan los dineros negros de la política, el lavado, el narcotráfico, los medicamentos adulterados y hasta un triple crimen.

En la cima del Frente para la Victoria preparan papeles para argumentar que Alberto Fernández no podía estar ajeno a la forma de recibir los aportes de campaña que tenían sus hombres y que ese mecanismo ya se venía aplicando para recolectar fondos, incluso durante la campaña de Eduardo Duhalde de la que Alberto fue tesorero. ¿Llegarán a tanto? ¿Seguirá Aníbal Fernández prendiendo el ventilador contra su ex amigo Alberto, al que acusó de haber comprado terrenos a precio vil en El Calafate como hicieron los Kirchner? Sería muy delicado y peligroso para ambos y para el matrimonio presidencial. Sería una especie de Guerra de los Roses, la película que dirigió Danny DeVito, donde todos quedan fuera de combate y el contexto, destruido. Muy lejos no están. Su vieja amiga Cristina no le dirige la palabra a Alberto. Sobre el gigantesco costo político que el Gobierno pagó en su pelea contra los productores agropecuarios, Guillermo Moreno no tiene dudas: “Ahora me doy cuenta de quién se mandó la cagada: Alberto”. En la TV, mientras Julio Piumatto arremetía como un cruzado contra Clarín y lo acusaba de todos los males, le pregunté por qué hace apenas un par de años eran íntimos amigos del Gobierno. La propia Presidenta confesó que nadie cenó tanto en Olivos con ellos como Héctor Magnetto. ¿Qué respondió Piumatto? La culpa fue de Alberto. Como si Néstor y Cristina fueran dos corderitos patagónicos llevados de la nariz por el ex jefe de Gabinete. El propio Kirchner dijo en su momento, con una vaga autocrítica, que él no se había atrevido a dar la pelea con Clarín como sí se animó Cristina porque Alberto siempre decía que no era el momento adecuado.

Cobos, Alberto Fernández, la senadora Bortolozzi, la diputada Donda o el concejal Cepeda simpatizan o simpatizaron con el proyecto original propuesto por los Kirchner. El Gobierno ahora no los puede acusar ni tratar como enemigos. Salvo que apueste a la irracionalidad del aislamiento total y la tolerancia cero.”

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