martes, 5 de abril de 2011

HUYEN TODOS


HUYEN TODOS......



HUYEN TODOS… SÓLO PARA UNGIRLA
Por el Lic Gustavo Adolfo Bunse (5/4/2011)

Cuando despierte… algún día…
cuando ya… no pueda huir…
cuando… no haya más salida
... te habré arruinado la vida …
… porque la hice … reelegir
G.B.



El voluntarismo… no nos va a ayudar a cambiar ningún rumbo.

Hay una multitud de factores que pueden cambiar un pronóstico.

Ya lo he dicho una y mil veces. Lo he de repetir aquí hoy, a muy poco mas de medio año de las elecciones :

La oposición quiere que gane ella. Y ya casi lo ha logrado.

El muerto, hubiese ganado, sin dudas,… y no sólo por la lenidad de la oposición sino también por su miedo. Pero con la lenidad, hoy basta y sobra.

Por esa razón sencilla, ella, por su parte, ya casi ganó. La oposición le ha hecho el 90% de la tarea y sigue su trabajo a sol y a sombra.

Macri, con el candor del pavo, lanza su grito desesperado “unámonos porque perdemos… puedo resignar lo que sea para ello”

Duhalde, sintiéndose local, empató con Rodriguez Saá lo cual equivale a una derrota seria y arroja la fea perspectiva de lo que le espera en el interior. También empezó a ver los números y pide uniones imposibles.

Alfonsín no sale de su 7% y cree estar parado en una confrontación a solas con el mundo. Su mayor ventaja es que ya no sabe que hacer para seducir a Solanas y batir el récord de la ambigüedad dialéctica.






En suma todos en la oposición, tienen un ejercicio gimnástico secreto :

No hacen aerobismo, ni juegan al golf, ni tampoco practican natación.

Lo que hacen, seguramente de noche… o a escondidas, es ejercitarse en huir hacia adelante. Esa es su práctica cotidiana casi obligada. Diseñada para no morir políticamente cuando amanezca al día siguiente.

Hacen eso.

Todos lo hacen al unísono (Macri, Duhalde, Alfonsín, Carrió, Solanas, y hasta … probablemente... lo estén haciendo Reutemann y Scioli).

Toman un papel y una birome y trazan unas líneas para diagramar, con cierto infantilismo, los mejores modos de correr el horizonte hacia un lugar bien alejado de la presente y cruda realidad.

Huir hacia delante… es buscar una salida que evite una confrontación inmediata, pero en cuya postergación uno se encamina a un peligro mucho más grave o a un escenario sin ningún control.

Es creer que se gana tiempo con la adquisición de un riesgo inevitable a mayor plazo, cuyas consecuencias serán mil veces peores que asumir la coyuntura obligada por la responsabilidad.

Es cambiar la prioridad muy dificultosa de “hoy”, por un enorme precipicio insondable de “mañana”.

Es escaparse del fuego enemigo, corriendo en modo ciego hacia sus filas para entrar, concientemente, en cualquiera de sus emboscadas.

Es negar una responsabilidad evidente, tapando con mentiras una explosión inminente y comprando una explosión futura que, se sabe, resultará inexorable.

Es huir por el pronto, tratando de esquivar el conflicto sobre la hora próxima e improvisar un camino de emergencia sin saber a que lugar lleva o acaso sabiendo muy bien, que no lleva a ningún sitio.





Quien huye hacia delante, lo hace habitualmente en algún estado de desesperación, muchas veces obnubilado, confundido, tomado por sorpresa o transido de miedo.

Estos sujetos, confían en que su escape hacia el “no sé donde”, los envíe hacia un futuro de escenarios cuya realidad ellos mismos han de poder modificar, precisamente porque algo mágico les dará esa chance.

Y el propio marco que los lleva a la huida, los obliga a producir de golpe cualquier viraje para pavimentarle mejor el camino a ella, dinamitando los obstáculos con infinitas señales de benevolencia.

Ella sonríe y se da el lujo de divertirse con la fragmentación que campea

A seis meses de una elección… la peor encuesta la otorga el 37% de intención de voto y ninguno se le acerca en absoluto en 10 puntos abajo

Le perdonan todo.

Cualquier extravagancia que ella prueba sólo para ver que ocurre…, puede ser propulsada enseguida perfectamente, pues los sorprende a todos mirándose el ombligo… como imbéciles.

Ella fulmina las instituciones y ellos le cohonestan todo.

Y así nace un hueco que no tiene límites para “lo malo” y que le permite a ella redefinir lo “bueno” con el antojo del decreto que le quede cómodo.

Cualquier camino de los que les quedan a todos estos postulantes en seis meses, ya no les sirve y los ha de encaminar hacia una trampa que es inexorable.

Encerrados en miserias y egoísmos… prefieren la compartimentación de las voluntades… a la mínima cesión de sus ambiciones de baldío.

Prefieren ignorar, como ciegos, su propio futuro…aunque lo intuyan en grave peligro… por lo que no vacilan en rechazar la sociedad más noble.





Huyen hacia adelante y … aunque sospechan que se dirigen a un destino mucho peor, confían de modo torpe y temerario, en que las condiciones han de cambiar violentamente sólo porque la gente está cansada de ella.

De ellos no… de ellos no está cansada la gente. Porque no existen

Albert Camus les daría un embudo para que miren por el agujero y apostaría a que jamás pondrían el ojo en el pico.

Serán ellos… los únicos autores de la ortopedia institucional.

Estrellados contra su narcisismo, por huir hacia delante, se van a llevar puesto el paisaje de la República…

… cuando le tengan que poner a ella… la banda… otra vez más.


Lic Gustavo Adolfo Bunse
gabunse@yahoo.com.ar

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