jueves, 17 de enero de 2008

LOS NIÑOS.........

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Los niños que faltan

Por Oscar Taffetani

(APe).- “Hay niños que no encuentran al hombre, caen antes, / se van sonrisa abajo, muerte abajo, se pierden / entre lo destituido que cae y se disgrega...”
Más de un millon de chicos -dice el registro oficial- fracasa cada año en las escuelas primarias y secundarias del país. La mitad de los adolescentes que ingresan al secundario -nos informa el Ministerio de Educación nacional- no lo termina.
"Hace 30 años -manifestó a la prensa Pablo Pineau, de la Sociedad Argentina de Historia de la Educación- cuando la escuela expulsaba, había un sistema que incluía: el mercado laboral. Actualmente, cuando un pibe abandona la escuela, cae al vacío...”
El delantal blanco igualitario que encarnaba el espíritu de la ley 1.420 es hoy más que nunca un detalle pintoresco, que no guarda relación con la auténtica máquina de discriminar, desalentar y expulsar que es nuestro sistema educativo, más allá de contadas excepciones.
“Las mediciones de la Encuesta Permanente de Hogares realizada por el INDEC -leemos en un artículo de Clarín publicado el 30 de octubre pasado- revela que entre los más pobres repiten más del quíntuple de chicos que entre los más ricos...”
Pensemos que hay niños que están naciendo ahora, en alguna de nuestras crueles provincias, y ni siquiera tendrán la chance de entrar a la pirámide educativa.
Se los cargará el hambre, maldita sea. Y las fiebres y las diarreas y un abanico de enfermedades que no serían mortales si no se dieran en un contexto de pobreza y exclusión.
Esos chicos no tendrán ni siquiera la oportunidad de ser repitentes o desertores. Se caerán antes -¡ay!- sonrisa abajo, muerte abajo. Se perderán entre lo destituido que cae y se disgrega.
Después, están los otros, los que se caen de la escuela, porque un sistema con anteojeras ignora que sin vivienda ni salud ni unidad (aunque sea precaria) de la familia, cualquier educación es inviable.
Y por último, están los “desertores presentes” (así los llaman), los que van a la escuela y no aprenden, los que están en el aula pero “tienen ADD”. O bien están acechados por el paco. O por el alcohol. O simplemente porque levantaron la cabeza y entreabrieron los ojos para descubrir que en esta (dulce) tierra, no había lugar para ellos.
“Hacen falta militantes, combatientes de la Educación”, oímos decir a alguno. Por supuesto. Hacen falta militantes a secas. Hacen falta argentinos que no renuncien al sueño de un país para todos y un Estado para todos.
Los pronósticos -advertimos- son los peores. Nuestro futuro está herido de muerte, porque a nuestro presente le faltan niños.
Dicen que la escuela los perdió. Dicen que el sistema los perdió. Pero ésa no es toda la verdad. Fuimos nosotros los que los perdimos. Hoy esos niños nos están faltando a todos.

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