jueves, 10 de abril de 2008

MATAR AL MENSAJERO

Sorprende el furioso discurso de la presidente Cristina Kirchner de las últimas semanas contra la prensa. La estrategia de culpar al otro a efectos de no reconocer los errores propios no es algo que haga bien a la discusión republicana, menos aún en estos álgidos días en los que se intenta un tibio acercamiento con el campo.
Es innegable que existen medios ímprobos -por caso, los vinculados a los grupos Clarín o Hadad- que disfrazan de información sus operaciones de prensa e imponen la agenda de sus intereses privados, pero eso no desmerece el trabajo del periodismo en general.
En tal marco, es dable destacar que el kirchnerismo ha hecho crecer exponencialmente a este tipo de grupos "periodísticos", ya sea a través de la codiciada pauta oficial, ya sea a través de concesiones de todo tipo.
Independientemente de ello, ¿es culpable el periodismo por la mentira de los fondos de Santa Cruz? ¿Por la desaparición de Jorge Julio López? ¿Por los falaces índices del INDEC? ¿Por el ingreso de la valija de Antonini Wilson y el agrio discurso contra Estados Unidos? ¿Por el negociado del tren bala? ¿Por el enriquecimiento de algunos funcionarios K?
¿Es culpable el periodismo de los desaciertos del kirchnerismo?
El hilo siempre se corta por lo más delgado, no es esto potestad del presente gobierno. Ya lo ha hecho Carlos Menem y hasta el ineficaz Fernando de la Rúa.
Todos culpan a la prensa, pero son ellos los principales responsables del incesante saqueo a nuestro país.
Quien esté libre de culpas, que tire la primera piedra.

CHRISTIAN SANZ
Desde la redacción de Tribuna de Periodistas

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